Economía

La primera puerta al mundo laboral

La búsqueda del primer empleo se convierte en una tarea titánica para todos aquellos jóvenes que se integran cada año a la población económicamente activa.

Esa primera experiencia se convierte en un momento de incertidumbre, porque no se sabe a dónde o a quién avocarse, además de que no se tienen metas claras, ya que lo único que se persigue es la oportunidad.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), cada año se suman a la fuerza laboral más de 250 mil jóvenes que cumplen la mayoría de edad y que han completado sus estudios de enseñanza media.

Según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos, de los 11.2 millones de guatemaltecos en edad de trabajar, 6.8 millones de personas están económicamente activas, de las cuales, 6.6 millones se encuentran ocupadas; es decir que están empleadas, trabajando por su cuenta o bien son emprendedoras.

En Guatemala existen empresas, por lo general transnacionales o que tienen a más de cien colaboradores, y las que, en su mayoría, pueden contratar personas sin experiencia, las que aplican programas de este tipo.

Estas brindan programas de capacitación en un corto plazo con los que al final de un período establecido logran personal mejor calificado, y para el candidato significa el logro de obtener su primer trabajo.

Datos del Sistema Nacional de Empleo (SNE) del Ministerio de Trabajo y Previsión Social (Mintrab) arrojan que de las empresas que han ofertado empleos en el primer cuatrimestre del 2017, 49% ofrecieron al menos una vacante para personas sin experiencia.

El dato representa el 45% de las vacantes que se han ofertado en el SNE en lo que va del año.

De las personas que se logran colocar en un puesto de trabajo, 44% lo hicieron en uno que no requería experiencia laboral.

Sectores clave

La mayoría de plazas que se otorgan bajo esta modalidad y que acuden al Ministerio de Trabajo son para agentes de atención al cliente de call center, seguridad privada, ventas, asesores de créditos, contabilidad, asistente de ama de llaves, auxiliares de bodega, contables, auditoría, cocina, mantenimiento, cajeros, receptores pagadores, cobradores con moto, cocineros, colocadores de productos, conserje o empleado de limpieza.

También se incluyen puestos de ejecutivos de ventas, telemercadeo, electricista, portero de edificio, industrias o condominios, anfitriona de bienvenida en restaurantes, impulsador de productos y ventas, mecánico automotriz, meseros, pilotos de cabezal o vehículos livianos, repartidores, secretarias y recepcionistas.

Los registros anteriores evidencian que en el país existe la necesidad de llenar esos puestos de trabajo y que no requieren mayor experiencia laboral.

Para Maritza Ochoa, directora de MO Consultores, existen organizaciones de todo tipo y con diferentes enfoques para gestionar su talento humano.

Algunas empresas prefieren contratar personal con experiencia, pero otras adoptan como estrategia captar a personas recién graduadas, a manera de generar un vínculo temprano con sus colaboradores. “Lamentablemente estas últimas son la minoría”, dice Ochoa.

Afirma que la persona debe estar abierta a que su primer empleo no será precisamente “el de sus sueños”, pero es una puerta que se abre y a partir de esta oportunidad podrá demostrar sus habilidades, destrezas y conocimientos.

Lo importante, dice, es que la persona esté dispuesta a “pagar el derecho de piso”.

En el mejor de los casos, la persona deberá buscar su primer empleo en el sector o tipo de negocio en el que quiere hacer carrera y empezar a construir su experiencia, aconseja la experta.

Esfuerzo integral

Para Ochoa el esfuerzo no debe ser solo de las empresas sino de los diferentes sectores de la sociedad.

La ejecutiva afirma que la tarea debe ser integral, desde los padres de familia, al permitir e incentivar a sus hijos para que trabajen lo antes posible para adquirir experiencia, ya que esta puede constituirse en una ventaja competitiva, a manera de que la falta de experiencia no se convierta en una barrera insuperable para poder trabajar.

En el caso de las instituciones educativas, deben mejorar sus niveles académicos.

La organizaciones deben valorar el potencial de los candidatos y su actitud, para que la falta de experiencia no se convierta en una barrera insuperable para trabajar.

Adicionalmente, aprovechar el marco legal y desarrollar algunas modalidades de contratación que permitan la inserción de personal joven.

Por su parte, las personas que aspiran a su primer empleo deben desarrollar una estrategia, prepararse para participar en cualquier proceso, con una actitud positiva y perseverancia.

Por último, pero no menos importante para los profesionales de Reclutamiento y Selección de Personal, “debemos ser más empáticos con las personas que buscan su primer empleo, tal vez recordando que si hoy ocupamos este puesto es porque alguien nos dio la primera oportunidad”, enfatiza Ochoa.

Benjamín Rojas, Key Account Manager Regional C.A. y Caribe para ManpowerGroup, opina que en la actualidad hay más apertura en las organizaciones a otorgar esa primera oportunidad laboral a los jóvenes que buscan empleo.

“Observamos que muchas organizaciones implementan programas temporales de entrenamiento, o bien de becas laborales”, afirma Rojas.

Los expertos coinciden en que muchas organizaciones deben cambiar sus estrategias de recursos humanos y buscar maneras de atraer nuevos talentos, además de estar dispuestos a dar esa oportunidad.

Un punto importante que resalta Rojas es que para el 2020 se prevé que la generación de los millennials constituirá más de una tercera parte de los trabajadores a escala mundial, y son los que buscan su primera oferta laboral y lo mejor es empezar a formarlos desde ahora, y eso solo se logrará con oportunidades laborales, que vayan de la mano con programas de becarios, programas de entrenamiento, planes de desarrollo y acompañamiento, así como alianzas estratégicas con universidades y otros centros de estudio.

Retos por superar

Valentín Tavico, director de Empleo del Ministerio de Trabajo, considera que el grado de dificultad es alto para las personas sin experiencia, por la poca flexibilidad en los requisitos para llenar un perfil, ya que la mayoría de empresas piden al menos seis meses de experiencia.

Otro factor que destaca son las deficiencias en el pénsum educativo. “Muchos jóvenes no cumplen con el perfil que establecen las empresas, específicamente en las áreas de tecnología e inglés”, señala.

El funcionario indica que la falta de conocimiento sobre cómo redactar una hoja de vida y cómo presentarse a entrevistas de trabajo, habilidades blandas en general, por ejemplo actitudinales, también influyen de manera negativa en el que el aspirante no sea contratado.

El último factor que agregó es que algunas personas no aceptan primeras oportunidades laborales, debido a que el salario que les ofrecen no llena sus expectativas.

Sin embargo, considera que se deben valorar otros aspectos antes de rechazar un primer empleo únicamente por la remuneración.

Ochoa considera, sin embargo, que hay factores que inciden en la dificultad de encontrar el primer empleo, y que pesan mucho.

Esto empieza por el desequilibrio del mercado laboral, el alto índice de desempleo y, en consecuencia, la competencia es fuerte y los “nuevos” deberán competir con candidatos más experimentados y conocimientos especializados.

“Para aquellos que buscan, su primera experiencia es competir contra ellos mismos y las habilidades que tengan para desarrollarse en sus trabajos”, dice Rojas.

En opinión del experto, las habilidades requeridas son cambiantes, y las de ahora no serán las mismas que las del futuro.

ESCRITO POR:

Natiana Gándara

Editora de Economía en Prensa Libre, con más de 15 años de experiencia en medios radiales, televisivos, impresos y digitales.