“Las operaciones en línea de Inditex continuaron aumentando muy rápidamente” en el primer semestre, aseguró, aunque sin dar detalles. En 2017, las ventas en línea representaron un 10% de la cifra de negocios total.
Para el analista de CMC Market Michael Hewson, el debut en línea de Zara en Australia y Nueva Zelanda en marzo muestra “el buen desempeño” de las ventas en línea del grupo.
Inundar la web
Más aún, Inditex ha prometido inundar la web. Isla anunció la semana pasada que las ocho marcas de Inditex (Zara, Oysho, Bershka, Massimo Dutti…) ofrecerán un servicio de venta en línea en todos los países para 2020, incluso donde el grupo no posee tiendas físicas.
Para lograrlo, el gigante textil español no prevé construir infraestructura suplementarias sino utilizar los depósitos ya existentes.
Y la ambición de Inditex no se detiene ahí: el grupo quiere expandir el sistema de existencias integrado a todas sus tiendas Zara antes de fin de año y en todos sus mercados para 2020 (hoy, solo 25 utilizan este mecanismo que permite hacer compras en línea del inventario de tiendas).
¿Cómo? Principalmente gracias a la extensión de un dispositivo de identificación por radio que permite saber dónde se encuentra una prenda en cualquier momento y satisfacer lo más rápido posible a un cliente que busca comprarla.
“Inditex es uno de los mejores en cuanto a reducir la brecha entre el ‘offline’ y el ‘online'”, estimó Ricardo Pérez, profesor de innovación digital de la IE Business School.
Un ejemplo: una tienda abierta la semana pasada en Italia, dotada de un distribuidor que le permite al cliente recuperar sus compras realizadas en línea mediante la lectura de un código QR.
“Aprendiz eficaz”
¿Revolucionario? No del todo. Esta alianza entre lo real y lo virtual es la tendencia seguida por muchos minoristas.
“Inditex nunca ha buscado ser el primero y apresurarse a usar una tecnología, pero es un aprendiz eficaz”, observó Pérez.
“Primero intentan comprender cómo la tecnología puede ser útil a sus clientes, luego la adoptan (…) y son muy rápidos en la ejecución”, acotó Pérez, señalando que “normalmente las grandes empresas son muy lentas” a la hora de innovar.
Inditex debió “cambiar su estrategia” frente a Amazon, un mastodonte que en septiembre se unió al club de las empresas que alcanzó un valor bursátil de 1 billón de dólares, señaló Barbara Kahn, profesora de mercadeo en la Univerdiad de Wharton.
Para la autora del libro “The shopping revolution” (2018), el grupo “puede alcanzar sus objetivos de 2020”.
Como Amazon, Inditex valora “el proceso de compra” y no solamente el producto, basando su éxito en el modelo de “fast-fashion” consistente en fabricar el 60% de sus prendas cerca de su sede en Europa o Magreb, que le permite poner en quince días nuevas piezas de las últimas tendencias de la moda.
¿Es suficiente para convencer a los mercados?
Estos anuncios ambiciosos se produjeron luego de divulgarse un informe de Morgan Stanley a fines de agosto que estimaba que las estrategias de inversión de Inditex se debilitaban. El precio de la acción cayó entonces fuertemente.
Tras la publicación de los resultados semestrales con un beneficio neto en alza de 3% interanual a 1.400 millones de euros, el título cerró con un alza de 4,11% a 26,57 euros el miércoles.
“La tendencia de fondo sigue siendo bajista, pero estos resultados que el mercado está descontando como positivos pueden ser el inicio de un rebote”, consideró Sergio Ávila Luengo, analista de IG Markets.
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