Hay dos colecciones de pulseras incluidas en un set para mujeres y uno para hombres. Los precios son de Q139 y Q169 por juego de tres unidades cada uno.
Crista Foncea, directora de la Fundación, informó que a las productoras se les paga por la elaboración y venta de su producto, pero el resto de dinero se invertirá en apoyo para becas, para que sus hijos puedan seguir estudiando, apoyarlos con útiles escolares por ejemplo.
El proyecto comenzó apoyando a mil 600 pequeños caficultores que producen alrededor de un quintal, cada uno, con el fin de mejorar su producción y calidad, que tengan acceso a microcréditos o la oportunidad de compra directa. Por esto proveen parte del café que se usa en las tiendas. Sin embargo, dijo Foncea, se vio la necesidad y la oportunidad de hacer partícipes a más mujeres, por lo que creó el programa.
Las pulseras son de color negro y azul, pero todas llevan una parte verde que identifica como un producto elaborado por mujeres cortadoras y productoras de café, según explica la directiva.
Programas complementarios
Expuso que la asociación fue fundada en el 2004 por una exportadora guatemalteca de café. “Desde el principio ha sido romper el círculo de la pobreza en comunidades cafetaleras para hacer la industria del café más justa. El 92% de los fondos recibidos por sus donadores son invertidos en las comunidades” detalló Foncea.
Uno de los proyectos es Guate está en tus manospor medio del cual se lanzaron el jueves las pulseras de We Care.
En estos 14 años han apoyado en zonas cafetaleras de Mataquescuintla (Jalapa), Sololá y Huehuetenango.
En éste último departamento se trabaja con un mil 600 productores y este nuevo programa se destina para las mujeres de las comunidades en mención ya sea esposa de los productores o que ellas mismas produzcan café.
Keny Gómez es una de ellas. Es madre soltera. Es productora de café y le motivó el programa ya que en época que no es de cosecha puede complementar sus ingresos con la elaboración de pulseras.
Aunque han visto que mejoran su producción, el resto del tiempo se quedan sin ingresos por lo que se buscaron estas alternativas, agregó Foncea.
Empezaron con proyectos sociales que ayudaron a al comunidad pero se dieron cuenta que necesitaban incentivarles el factor económico y generarles más ingresos que ayuden también a mejorar su calidad de vida.
Según datos de la Asociación Nacional del Café (Anacafé), en Guatemala 125 mil familias dependen directamente del café y se generan alrededor de medio millón de empleos.
El cultivo del café está presente en todos los departamentos del país, en 204 de los 340 municipios. La economía de muchos de estos municipios depende del café. Otras actividades económicas son limitadas por el tipo de suelo, altura y clima, factores que brindan características especiales a los cafés de Guatemala, agregó Anacafé.
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