Para conocer sobre la propuesta del BM y cómo avanza en la región, Prensa Libre conversó con Ronny Rodríguez, director de Reputación y Desarrollo Corporativo de Volaris, una de las aerolíneas de bajo costo que opera varios destinos en la región. Esta es parte de la conversación.
¿Cuál es el panorama de los costos de boletos aéreos en la región, según el análisis del Banco Mundial?
El BM, en el marco de sus análisis regionales y de competitividad de países, identificó que el precio de los boletos en Centroamérica, a pesar de la existencia de aerolíneas de bajo costo, aún es, más o menos, tres veces más alto que en América del Sur.
¿Y según el BM, qué es lo que influye en esos altos costos?
Cuando el BM empezó a hacer un análisis, un poco más profundo para ver cuál era la razón por la que los costos de los boletos aún siguen siendo altos después de que hubo una rebaja importante hace muchos años. Por ejemplo, en los últimos siete u ocho años, los boletos dentro de Centroamérica bajaron de costos que oscilaban entre los US$500 y los US$800, dependiendo de los destinos. Incluso en algunos destinos donde no viaja Volaris, como por ejemplo Nicaragua, Tegucigalpa o Panamá, los boletos siguen estando por encima de los US$700 y US$800.
Entonces, el BM identificó que los impuestos, cargos y tasas de salida de los países representan aproximadamente US$50 y en algunos países hasta US$60, es decir, por ejemplo, en Costa Rica es US$58; en Panamá, US$54; El Salvador, US$39, y Guatemala US$33. Y esto cuando ya suman dos países en un vuelo redondo llegan a costar uno US$100 en impuestos.
Por ejemplo, un vuelo entre San Salvador y Ciudad de Guatemala, adicional al costo de la tarifa de la aerolínea, todo pasajero paga aproximadamente US$100. El BM dice también que estos impuestos son mayormente nominales, es decir que tienen un monto fijo, pero también al final se les aplica un impuesto porcentual que en la mayoría de los países es el Impuesto al Valor Agregado (IVA), entonces el impuesto llega a sumar al boleto aproximadamente US$120 en un vuelo redondo.
¿Cómo se aplican estos costos en un boleto, por ejemplo, de Volaris en la vida real?
Con montos de Volaris, por ejemplo, si se compra un boleto de vuelo redondo para cualquiera de los destinos centroamericanos va a costar US$220, US$240 a US$260, depende de la época en que compres el boleto. Entonces, el BM dice que de ese monto actualmente aproximadamente el 60% corresponde a impuestos, cargos y tasas de salida de los países.
Si vemos el costo del boleto propiamente, en el caso de Volaris, nuestra tarifa dentro de Centroamérica, si se compra a 45 y 60 días de plazo, se encuentran boletos de US$38, que es nuestro promedio de los últimos 12 meses, entonces, quiere decir que cualquiera de nuestras rutas, va a costar US$40 por segmento, es decir, US$80 en un vuelo redondo, si a esto se agregan los impuestos, quiere decir que el boleto va a costar, US$200 o US$220, eso es lo que uno mira hoy al comprar un boleto.
¿Qué impacto tendría reducir los costos de los boletos?
Las aerolíneas de bajo costo hicimos un esfuerzo extraordinario por reducir los costos de viajar en Centroamérica. En general, hoy los viajes aéreos son accesibles para todos, pero los impuestos representan un desincentivo al momento de la compra. Si los impuestos fueran menores, dice el Banco Mundial, la demanda de viajes llegaría a duplicarse y hasta triplicarse, y se incrementaría el número de personas viajando en las rutas, y con esto los viajeros podrían hacer multidestinos y realizar múltiples actividades en cada país que visita.
¿Cuál es la propuesta para reducir las tasas aeroportuarias?
El Banco Mundial propone reducir los impuestos de salida a un valor único por país, siempre que el vuelo tenga origen en un país de Centroamérica y con destino otro país de Centroamérica de US$30, es decir de US$15 por país, lo que en un vuelo redondo da US$30. Eso quiere decir que el boleto pasaría de costar US$220, por ejemplo, a US$80 en la aerolínea más US$30 de impuestos, estaríamos hablando de entre US$110 a US$120. Un turista extranjero en Centroamérica podría moverse entre países por menos de US$60, eso es menos de lo que cuesta viajar en autobús, con menos riesgo; más seguro, más rápido y con menos estrés.
Solamente para darnos una idea en el año 2019, antes de la pandemia, vinieron a Centroamérica 17.3 millones de turistas. En Costa Rica vinieron unos 3.2 millones; El Salvador, un poco más de 2.2 millones, y a Guatemala, posiblemente unos 2.3 millones, pero los turistas internacionales que vinieron de Europa, Asia, Estados Unidos y de Canadá a Centroamérica y solo fueron a un país.
Ustedes como aerolínea de bajo costo, ¿cómo ven la propuesta del BM?
Nosotros aplaudimos la propuesta del BM, pues la vemos muy bien, porque permitiría a los viajeros por primera vez en Centroamérica encontrar tarifas verdaderamente bajas, porque pueden comprar un boleto, antes de los impuestos en US$40.
¿Cómo ha avanzado la propuesta en los diferentes países?
El Banco Mundial nos ha invitado a algunas reuniones con contrapartes de gobierno, y a todos, sin excepción, les ha parecido una propuesta muy positiva. Las opiniones son altamente favorables y de apoyo unánime a la propuesta. También el sector privado vinculado al turismo, en algunos de los países, están dispuestos a ir adelante con la propuesta y están haciendo acciones de su lado para lograrlo.
Por las reuniones en que participamos, vemos que están un poco más adelante en esta propuesta países como Costa Rica y El Salvador. También Panamá ha visto con muy buenos ojos la propuesta, y está en análisis en Honduras y en Guatemala.
No tenemos el detalle de la propuesta de Costa Rica y El Salvador, pero lo que sabemos es que están asumiendo la propuesta del BM, porque es la que tiene el sustento, un análisis de elasticidad de la demanda y de los efectos de la propuesta. Y estos dos países, según entendemos, están considerando la propuesta del Banco y convertirla en decreto y pasar a la implementación muy rápidamente este año.
¿Qué se requiere para que los otros países también avancen en la misma dirección?
En casi todos los países esto requiere reformas en los congresos, dependiendo también la mayoría que tengan los gobiernos en las asambleas legislativas o congresos o del compromiso de los congresistas. Pero esta propuesta del BM es un ganar-ganar, pues si se logra el cambio, la demanda de viajes podría duplicarse de punto en punto, y en el mediano plazo, triplicarse. Esto quiere decir que la derrame económica del turismo y de los viajeros de negocios va a compensar con creces la pérdida de recaudación por concepto de impuestos de salida.
La pérdida de recaudación podría ser el Talón de Aquiles de la propuesta, ¿cómo se espera superarlo?
Creemos que no es justo que los países pierdan recaudación, porque ya de por sí tienen problemas fiscales. El BM dice que para compensar la pérdida de su recaudación se requiere un número de vuelos adicionales por semana en cada uno de los países; tres para El Salvador, cinco para Guatemala, nueve para Costa Rica, por mencionar algunos.
Nosotros, como aerolínea, hemos dicho que estamos dispuestos a incrementar el número de vuelos semanales que serían suficiente para compensar la pérdida de la recaudación, y esto es para que los gobiernos se sientan más libres de tomar la decisión de apoyar la propuesta.
¿Es un buen momento para la propuesta en la coyuntura política y electoral de Guatemala?
Creo que es un buen momento para la propuesta en Guatemala. En el contexto electoral, los partidos políticos deberían analizar y valorar esta propuesta como una verdadera política pública de atracción de turismo y de inversiones, y qué es lo que hay detrás de la propuesta exactamente.
Es decir, si los diferentes partidos políticos en Guatemala pudieran analizar esta propuesta como una política pública de atracción de inversiones fuerte, clara y con un respaldo técnico, esto podría generar un atractivo muy importante para el nuevo gobierno en cuanto a captar negocios y capitales.
