“Los canguros son animales muy impredecibles y difíciles de evitar, pero confiamos en que podremos refinar nuestra tecnología para detectarlos y evitar colisiones en las carreteras”, dijo Martin Magnusson, ingeniero de seguridad de la empresa, a la edición australiana del diario The Guardian.
El sistema se apoya en un radar que rastrea la carretera que va a recorrer el conductor con su coche para predecir los movimientos de los canguros y si es posible alertarlo de su presencia.
Pero si el choque es inminente, el coche activará los frenos con una velocidad de reacción 24 veces mayor que la del ser humano.
Los expertos de Volvo pasarán una semana en las carreteras cercanas a la localidad de Queanbeyan, en el Territorio de la Capital Australiana, que tiene la mayor tasa de reclamaciones de las pólizas de seguro por colisión con animales.
“Me parece fantástico que Volvo investigue en esta área”, dijo el senador Ricky Muir, representante del micropartido de Motoristas Entusiastas Australianos, quien expresó su reticencia a dejar que el coche se active para evitar los choques con los canguros.
“Si mi coche tiene que frenar cada vez que hay un canguro al lado de la carretera (en un área llena conocida por la abundancia de estos animales) podría convertirse en un viaje muy lento”, agregó el político independiente.
Según las estadísticas, 22 personas han muerto y 17 mil han resultado heridas en choques con animales en el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia, entre los años 1996 y 2005.