En total, catorce vinos tintos, dos rosados y 19 blancos fueron premiados en la sección International Awards.
Entre los vinos galardonados en la sección de la “Excelencia dentro de regiones inesperadas” figuran uno británico, uno marroquí y otro turco, una señal de la emergencia de nuevos países vinícolas.
En la categoría de vinos de cepas típicas de Burdeos, el vinatero catalán Miguel Torres, de la región del Penedès, se llevó el primer premio con su Reserva Real 2010.
“La victoria de Torres en la categoría de Burdeos es el último ejemplo de la creciente reputación de la calidad del vino en España”, afirma la publicación en su página web.
“España es lo más interesante que ocurre ahora mismo en Europa en términos de vino”, aseguró Sarah Jane Evans, responsable regional, citada por la publicación.
“El objetivo de este concurso es subrayar la tipicidad de los vinos degustados. El concepto de tipicidad no es el máximo que se puede esperar de un standard internacional, sino el máximo de una región identificada. Porque es importante valorizar toda la diversidad de las grandes regiones que hay en el mundo”, explicó a la agencia internación Paolo Basso, mejor sumiller del mundo en 2013 y miembro del jurado.
“Son los mejores y los más típicos. En ciertas regiones, aceptamos que la falta de calidad sea llamada tipicidad. Eso no se puede admitir. Tipicidad sí, pero antes tiene que haber calidad”, insistió.
Los resultados fueron presentados en la primera jornada de Vinexpo, salón de referencia de vinos y bebidas espirituosas que abrió sus puertas el domingo en Burdeos, suroeste de Francia y se prolongará hasta el 18 de junio. Es la primera vez que Decanter revela su palmarés anual en este salón.
