La civilización maya utilizaba el jade, el oro y la plata para la elaborar su joyería. Donde figuraba la recolección de superficie y la minería a cielo abierto, cavando pequeñas fosas para extraer los minerales y piedras preciosas. En la época colonial, se explotó principalmente el plomo, el oro y la plata.
Según el Ministerio de Energía y Minas en Guatemala-MEM-, en su anuario estadístico de 2019, se localizan yacimientos y extracciones mineras de dos categorías: minerales metálicos y no metálicos.
La primera categoría incluye el oro, plata, níquel, plomo y zinc, mientras que en los no metálicos predominan los materias de construcción como el sílice, magnesita y otros. Este estudio indica que la producción de ese año fue de Q242 millones, mientras que la del 2018 fue de Q710 millones, la baja fue por el cierre total de Mina Marlin I, que impactó negativamente el empleo y desarrollo del área.
Aporte a la economía
La industria minera se convierte en un motor de desarrollo no solo a nivel local, sino a nivel nacional, Guatemala también se ha convertido dentro de las naciones con mayor potencial.
Su desarrollo debe ser impulsado y comprender que la minería lleva progreso a las áreas donde se instala, genera empleos directos e indirectos, inyecta la economía y al ser empresas socialmente responsables apoyan la educación, salud, deporte, vivienda, infraestructura, entre otros.
Las exportaciones del sector de minas en países de desarrollo representan una participación, todavía modesta en el mercado mundial si lo comparamos con el de los países desarrollados, pero no dejan de ser una oportunidad para sumarse y contribuir en la satisfacción de la demanda global de estos materiales. Los beneficios deben ser compartidos y reconocidos por todos los sectores.
DISTRIBUCIÓN DE LAS REGALÍAS PRODUCTOS DE LA MINERÍA
Según el decreto 48-97, Ley de Minería, artículo 63, el porcentaje de las regalías a pagarse por la explotación de minerales serán distribuidas mitad y mitad al Estado y a las municipalidades donde se ubique la extracción minera.
Del ciento por ciento del territorio nacional, el 32% está denominado como área protegida. El resto, un 0.82% es área de explotación minera, representa una mínima parte en contraposición del beneficio que genera, según el Anuario Estadístico Minero 2019, elaborado por el Ministerio de Energía y Minas.