Con esta marca se dedicaba a promocionarse en eventos como primeras comuniones, piñatas y demás fiestas, así como en las afueras de las discotecas los fines de semana. El desarrollar y hacer crecer esta marca le permitió ser tomado en cuenta para ser parte de Grupo La Playa cuatro años después.
En el 2008 crea PeraAlta Consultoría, por medio de la cual inicia una nueva experiencia y sigue creciendo como director operativo y concept mánager de diferentes restaurantes de tenedor.
A la fecha ha tenido incidencia en el desarrollo de procesos, controles, recurso humano, desarrollo de conceptos y expansión de marca de Fine Dining Group, que incluye Ambia, Biba, Guiseppe Verdi, así como Montano´s,
Dos décadas de estar trabajando en el mundo de la comida le permitió tener un orden en sus procesos, esta regla fue clave para que los negocios que comanda pudieran sobrevivir a la crisis que ocasionó la llegada de la pandemia al país.
En base a su experiencia en el área administrativa y operativa de restaurantes de tenedor, Peralta se toma un tiempo para contestar algunas preguntas y a su vez aconsejar a los emprendedores que se sumergen en el mundo gastronómico.
¿Cómo empezó en la industria culinaria?
Cuando tenía 20 años, empecé vendiendo Hot Dog cuando estaba en la Universidad, en eventos, comuniones, piñatas, fiestas y vendíamos afuera de las discotecas los fines de semana, así fue como empiezo en el mundo de la comida, estaba estudiando administración de Empresas en la Universidad Francisco Marroquín
A partir de eso me invitan a participar en restaurantes como La Playa, Ambia, Viva y Guiseppi Verdi, Restaurante Montano´s, etc.
A lo largo de 20 años hemos ido innovando de vender hot dog a tener restaurantes ya grandes y reconocidos en el mercado guatemalteco, fui innovando a nivel de la creación de los lugares, de la experiencia, de la arquitectura, del menú toda una mezcla de situaciones que fueron creando mi inducción en todos estos negocios fuera de mucho éxito.
¿Hay diferencia entre el consumidor de carretilla y el que va a un restaurante de tenedor?
Todos los clientes, ya sea que coman en una carretilla o en un restaurante de tenedor, lo que buscan es tres cosas:
- Sentirse en casa, que estén cómodos y atendidos.
- Que reciban un buen producto a un buen precio, que sea un intercambio de valor que sea gana, gana.
- Que sea una experiencia que invite a regresar
Definitivamente tener esas sociedades con personas que comparten los mismos valores, en donde lo principal no necesario es hacer plata, sino enfocarse en el negocio, en los empleados, en los procedimientos, en los productos, participar en un grupo de gente que tiene una misma meta y una misma pasión creo que ha sido parte fundamental del éxito.
Segundo trabajar para los clientes, tanto externos como internos, los empleados y los comensales están contentos y bien atendidos, el resto ya es ganancia.
¿Estos puntos de vista se aplicaron durante la pandemia?
Tuvimos que responder inmediatamente al cierre obligatorio y nos hizo tomar muchas decisiones referentes a proveedores, pago a acreedores, empleados y cómo hacer para mantener el barco a flote, esto nos hizo pensar bastante más allá, que vamos a hacer cuando abramos de regreso, como va a ser ese regreso, como vamos a atender a nuestra clientela y eso de los valores fueron importante para todo este tiempo
¿Qué otros factores se tomaron en cuenta para salir adelante de la crisis?
Se tuvo que pensar fuera de la caja, que podemos hacer para mantenernos vivos, que podemos hacer para sobresalir, como podemos encontrar nuevos canales y nuevas vías para generar ingresos, se implementó un servicio a domicilio que no existía, bastante ágil bastante cómoda y fácil para los clientes, a través de pedidos en línea y whatsapp, se implementaron menús que fueron llegando a las casas de las personas.
Creamos un canal de llegar a las casas a través de un foodtruck o catering, para llegar a los condominios donde no podían salir por las restricciones, dijimos lleguemos nosotros y llegamos para servirle a los clientes con todos los protocolos de seguridad.
Creamos productos que los vendemos en los restaurantes, como la michelada de la Playa, que tenemos más de 25 años que es muy famosa, decidimos envasarla y crearle una marca, y la empezamos a distribuir en supermercados, en tiendas y servicio a domicilio esta se volvió un producto ganador que se vino para quedarse.
El estar activo a movernos para mantener a flote el negocio nos obligó a ser creativos en ese sentido y no dejar que la vaca se nos muriera ni que se durmiera.
¿La pandemia aceleró muchos negocios que se habían pospuesto?
Siempre hay muchas ideas que se quedan engavetadas porque no hay ninguna prisa o ningún tip de motivación real, aunque sean muy buenas ideas, esta crisis obligó a ponerse las pilas y desengavetar ideas y rompió paradigmas que hacen que uno no camine.
¿Qué recomendaciones le puede dar a los pequeños empresarios o emprendedores que se inician en el negocio?
Para las nuevas generaciones, ser ordenados desde un principio, mientras más ordenado se establezcan desde un inicio más fácil será el crecimiento y no solo fácil, sino dará espacio a obtener recursos que ante cualquier crisis se puedan aprovechar para salir de ella a través de soluciones creativas.