La idea de salir de vacaciones para la mayoría de personas genera la idea de que es necesario contar con dinero, y resulta muchas veces un tormento, porque se cree que es necesario hacer viajes y contar con grandes recursos para poder gozar plenamente de un descanso.
Especialistas en gestión humana explican que el objetivo principal de las vacaciones para el empleado es restaurar energías, mientras que del lado del empleador debe percibirse como la oportunidad de mejorar la productividad del trabajador y disminuir la rotación de personal.
Incompensabilidad de vacaciones se refiere a que no son compensables en dinero, salvo cuando el trabajador que haya adquirido el derecho a gozarlas no las haya disfrutado por cesar en su trabajo.
Se prohíbe al empleado prestar sus servicios a cualquier persona durante el ciclo vacacional.
Cuando el trabajador cese en su trabajo por cualquiera que sea la causa, antes de cumplir un año de servicios continuos o antes de adquirir el derecho a un nuevo período, el patrono debe compensarle en dinero la parte proporcional de sus vacaciones de acuerdo a su tiempo de servicio.
Las vacaciones se pueden acumular por un máximo de cinco años; después de eso, la ley las invalida.
Maritza Ochoa, experta en recursos humanos que preside el Colegio de Psicólogos de Guatemala, resalta que las vacaciones son un derecho irrenunciable del trabajador.
En el artículo 130, el Código de Trabajo señala el derecho a gozar de vacaciones remuneradas.
“Todo trabajador, sin excepción, tiene derecho a un período de vacaciones remuneradas después de cada año de trabajo continuo al servicio de un mismo patrono, cuya duración mínima es de 15 días hábiles”, refiere.
Vida en riesgo
Los extensos períodos de trabajo continuo son un riesgo para la salud y la vida del trabajador, señala Massiel Calderón, especialista en gestión humana, quien resalta la importancia de tomarse ese tiempo.
“Como empleadores somos responsables de proteger la salud de nuestros trabajadores; las vacaciones permiten el descanso físico y mental después de un año laboral. Asimismo, gozar de las vacaciones es promover el balance entre vida familiar y el trabajo”, enfatiza.
Los riesgos de no gozar de un período destinado al descanso van desde el estrés laboral o el síndrome burnout, también denominado síndrome del quemado, que es un trastorno emocional de creación reciente vinculado con el ámbito laboral.
Este síndrome puede tener consecuencias muy graves, tanto a nivel físico como psicológico.
Los síntomas más comunes son depresión y ansiedad, motivos que causan la gran mayoría de bajas laborales.
La mencionada enfermedad ha aumentado entre la población activa laboral en los últimos cinco años, refiere Calderón.
Gestión
Es comprensible que una gestión a nivel jerárquico en una empresa haga diferentes giros y el que se autorice un descanso depende mucho de la operación y carga laborales, como también de la responsabilidad del cargo, comenta Egor Espinoza, director de Desarrollo Humano en Grupo 361.
Es por ello que los procesos que se implementan en las empresas deben de ser flexibles y dinámicos, para que, en ausencia de algunos colaboradores, el proceso garantice la operación y desempeño de las distintas áreas.
Esto debe ser dentro de los 60 días siguientes después de haber cumplido un año de labores.
Dentro de las buenas prácticas de gestión de tecursos humanos, cada año se realiza un plan de vacaciones en conjunto con supervisores y/o gerente del área, con el objetivo de organizar las tareas y permitir que todo el personal goce de vacaciones en el tiempo fijado.
El trabajador tiene derecho, como mínimo, a 15 días hábiles.
Existen empresas que otorgan como un beneficio adicional a las prestaciones de ley más días de vacaciones. Estas buenas prácticas permiten retener a los buenos talentos, así como atraer a otros, dice Calderón.
Espinoza dice que es necesario planificar bien las vacaciones del personal y cargos de una organización, que permita al colaborador aprovechar los días para sobreponer fuerzas y descansar de los sucesos que puedan generar estrés de manera laboral.
Denuncias
En el 2016, la Inspección General de Trabajo ha recibido 893 denuncias solicitando se hagan visitas a las empresas para verificar que se les conceda el derecho del goce de vacaciones, o que ya gozaron del derecho pero no les fueron canceladas, o que el pago ha sido incompleto, informó el subinspector general, José Ortiz.
Esto significa el 11% del total de las denuncias recibidas.
“Debe entenderse que las vacaciones no son compensables en dinero, excepto que concluya la relación laboral antes de alcanzar ese derecho, entonces la parte empleadora deberá cancelar en forma proporcional lo que le corresponda al trabajador”, enfatiza el funcionario de Trabajo.
Ortiz resalta que la frecuencia patronal para no autorizar las vacaciones únicamente se puede determinar conforme las denuncias presentadas por los trabajadores, y en algunos casos cuando se realizan las inspecciones de oficio o planes de inspecciones.