Parula manifestó su preocupación por los efectos de los monocultivos transgénicos a partir de semillas de la empresa estadounidense, así como de otras compañías, un tema que, expresó, tiene aristas que repercuten en la salud de las personas y en el medio ambiente.
“Están afectando directamente la calidad de los alimentos. Están ocupando la tierra, están expulsando a la población rural hacia los cinturones de pobreza de las ciudades”, indicó el activista.
“Es un problema muy complejo lo que necesitamos es que la gente vea la relación que hay entre algunas fatalidades que estamos padeciendo y las actividades de estas empresas”, agregó.
Entre las repercusiones en Uruguay, enumeró el desmonte del bosque nativo que tiene un efecto en el aumento de las inundaciones y el aumento de las tasas de cáncer, especialmente en niños provenientes de zonas remotas del país.
El ambientalista precisó que de un total de aproximadamente 15 millones de hectáreas cultivables en Uruguay, un 10 % está dedicada a monocultivos transgénicos, especialmente de soja, “que es no para alimentar gente” sino “ganado en el norte del planeta”.
También se refirió al uso del pesticida glifosato “en forma demencial” en las plantaciones transgénicas resistentes a este producto químico que fue reconocido como “cancerígeno” por la Organización Mundial de la Salud.
Asimismo, Parula aseveró que las salvaguardas contra los organismos genéticamente modificados aplicados en países europeos -entre ellos Francia, Grecia, Alemania, Luxemburgo, Bulgaria, Austria y Hungría- “no es del todo una buena noticia” para países como Uruguay.
“La producción aumenta de este lado del planeta para que pueda prohibirse en otros lugares. Los prohíben como productores, pero no en todos lados se prohíbe la importación de productos de esta gente”, matizó.
Por su parte, el uruguayo expresó que el movimiento al que representa está “muy atento” a la evolución de las acciones de la compañía tras el anuncio esta semana de la posible compra de Monsanto por parte de la alemana Bayer, que provocó un aumento del precio de las mismas.
En ese sentido, comentó que “es muy difícil” saber si se trata de una estrategia para hacer que las acciones “se coticen mejor”, aunque en todo caso valoró como negativa la posible fusión de las dos firmas.
“En la medida que se va concentrando cada vez en menos manos el agronegocio, porque no es la primera fusión que existe entre estas empresas, nosotros pensamos que el negocio se agrava”, concluyó.