La ejecutiva participó en el panel “El Ecosistema digital: Pilar estratégico para el crecimiento económico”, durante el XII Encuentro Empresarial Iberoamericano y brindó a Prensa Libre una perspectiva.
¿Cuál es el aporte de las telecomunicaciones a la economía digital?
Una empresa como Telefónica está en permanente proceso de cambio. Antes éramos una empresa suministradora de voz de una comunicación básica, hoy somos una empresa de datos. Hay un tráfico de datos permanente y actualmente se están duplicando cada año y cada día aumenta más.
La demanda está incrementándose y nos obliga a nosotros a hacer un esfuerzo inversor en el despliegue de fibra para lograr un máximo de conectividad de toda la población.
¿Cuáles son los desafíos?
Los desafíos están en la conectividad, pero también con la digitalización de todos los procesos productivos de las empresas, no solo de la grande, sino de la mediana y pequeña, porque eso va a ayudar a mejorar su productividad. También la digitalización en alianza con los gobiernos y con los servicios que prestan.
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¿Cómo debe articular esa digitalización, conectividad y alianzas?
Hay que contemplar muchas cosas. Por un lado, un trabajo que deben hacer los gobiernos, y otra tarea que tienen que hacer las operadoras como Telefónica y posteriormente u trabajo conjunto.
Por ejemplo, los gobiernos tienen que lograr institucionalidad en materia de digitalización, lo que significa que tienen que hacer una apuesta prioritaria, crear un ministerio de la tics —tecnología de la información—, una apuesta en coordinación con todas las agencias involucradas y hacer visible una agenda digital.
También una apuesta para ayudar a las medianas y pequeñas empresas para poder hacer un desarrollo digital en todos sus procesos. Pero también existe una apuesta muy importante quees la innovación, sobre todo de los jóvenes.
¿Por qué razón?
La innovación va a hacer la clave del futuro de ese nuevo marco de la economía digital.
Los gobiernos tienen que hacer una apuesta para desarrollar las habilidades digitales de sus ciudadanos, principalmente de los más jóvenes.
Hay que tomar en cuenta que el 70% de los jóvenes que está empezando en el sistema educativo se van a encontrar con que van a estudiar y desarrollar carreras que hoy ni siquiera conocemos, que no existen y entonces los gobiernos tienen que hacer una apuesta en el ámbito educativo muy fuerte para el desarrollo de esas habilidades digitales.
¿Qué rol deben asumir los operadores?
Seguir en las inversiones. Le quiero advertir de que Telefónica en los últimos cinco años invirtió US$45 mil millones y significa que cada año invierte US$9 mil millones y es un fuerte compromiso.
Pero ese esfuerzo inversor tiene que ir acompañado por un esfuerzo por parte de los gobiernos en favorecer una regulación para que a nosotros nos motive a invertir. Hay que ver los cambios regulatorios y tenemos que ver que el esfuerzo inversor sea compensado por una alianza por parte de los gobiernos, en decir, vamos a ir juntos a ese desarrollo.
¿Qué cambios se necesitan?
Necesitamos un marco regulatorio del siglo XXI y no del siglo XX. Somos un sector hiperregulado: está bien, nos sometemos a la regulación, pero queremos que exista un mismo nivel de reglas del juego y es un elemento fundamental.
Es decir, si a nosotros nos piden determinadas reglas y adaptarnos a determinados marcos, también lo pedimos al resto de operadoras en servicios digitales.
¿Cuál sería el compromiso del sector público?
Trabajar con los operadores para el desarrollo de la economía digital. No es que estemos viviendo en una época de cambio, sino un cambio de época, ni la revolución industrial ni la ilustración ni el renacimiento supusieron cambios tan importantes y los gobiernos deben ser conscientes de que se suman a esta nueva ola de digitalización de la economía o se van a quedar atrás.
En muchos países se está hablando de la nanotecnología, robótica, vehículos autónomos, transhumanismo y hay mucho avance y no nos podemos quedar atrás.
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En ese sentido, ¿cómo está América Latina?
América Latina no se puede quedar atrás; es muy buena en infraestructura digital y tiene que aprovechar esa ventaja, porque se están repartiendo nuevas cartas en el desarrollo y la región puede estar en las primeras cartas de esa repartición.
Puede competir, tiene capacidad humana, infraestructura, innovación, empuje, jóvenes que todos los días están manejando los servicios digitales y ahora los gobiernos tienen que apostar por ellos y solo se puede hacer desarrollando la alianza con el sector privado.
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