El primero, con bandera singapurense y una carga de 132 mil toneladas, procedía de la ciudad costera saudí de Yeda, y tenía como destino al puerto egipcio de Port Said.
Fue seguido por uno de Luxemburgo, que cubre la ruta entre Singapur y Estados Unidos con una carga de 95.000 toneladas, y por un tercero de Baréin con destino a Italia.
El presidente de la Compañía del Canal de Suez, general Mohab Mamish, y otros responsables de alto rango de esa institución estatal subieron a bordo del carguero singapurense para dar la bienvenida a la tripulación.
Mamish destacó que esta primera prueba en la ampliación del canal de Suez “ha sido un éxito y demuestra al mundo la capacidad de los egipcios en materializar grandes proyectos con eficiencia y en un tiempo récord” .
Asimismo, adelantó que este tipo de ensayos proseguirán hasta la inauguración oficial del nuevo canal de Suez, que es uno de los megaproyectos estrella del presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi.
El nuevo canal de Suez se extenderá a lo largo de 72 kilómetros, entre el mar Mediterráneo y el mar Rojo, y reducirá las horas de espera de las decenas de barcos que transitan a diario por esta ruta, que pueden llegar hasta once horas con el barco en marcha.
Los trabajos necesitaban un mínimo de cinco años para completarse, según informes independientes, pero el mandatario egipcio ordenó que se llevaran a cabo en un solo año.
La construcción de este canal, que circulará paralelo al actual, supone uno de los mayores proyectos de desarrollo anunciados por Egipto y permitirá aumentar el tráfico por esta vía.