A lo largo de 2022, los precios de diversas frutas, verduras y vegetales mostraron una tendencia alcista por temporadas, pero en algunos casos, los precios altos se mantienen a la fecha, lo que se debe principalmente al aumento de los costos de producción, que incluye fertilizantes, combustibles y mano de obra.
De acuerdo con el monitoreo de precios promedio pagados a mayoristas, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), el quintal de tomate pasó de Q90 en enero de 2022 a Q174.74 en enero de 2023. El quintal de papa pasó de Q198.46 a Q315; y la bolsa de zanahorias subió de Q38.85 a Q64.17.
Otros productos que también registran un encarecimiento en el último año son la caja de chile pimiento que pasó de Q66.35 en promedio a Q114.29. El costal de ejote subió de Q121.35 a Q168.10; el costal de pepino, de Q76.92 subió a Q88.93; mientras que el quintal de cebolla, aunque ha registrado una baja, durante todo 2022 tuvo un comportamiento alcista y en enero último costaba Q202.86.
Algunas frutas que forman parte importante de la dieta guatemalteca también siguen caras: el ciento de aguacates pasó de Q203.08 en enero de 2022 a Q414.29; el millar de limón subió de Q846.15 a Q1,014.29; el ciento de plátanos pasó de Q140 a Q201.43; mientras que las cien unidades de naranja costaban Q72.50 y hoy, Q79.76.
Principales motivos
Según Emerson Barco, presidente de la Federación de Asociaciones Agrícolas de Guatemala (Fasagua), la principal razón detrás de los precios altos de los productos vegetales es el incremento en los costos de producción asociados principalmente al alza de los agroquímicos y el encarecimiento de la mano de obra.
“Mucha gente ya no quiere sembrar, porque por ejemplo, si antes un productor gastaba Q60 mil para cultivar una manzana de tomate, ahora le cuesta unos Q140 mil, pues los insumos están por las nubes”, explicó.
Manuel Ramírez, productor de papas, comentó que uno de los factores que ha incidido en que los precios de las verduras y vegetales se mantengan altos es el costo de los fertilizantes. “El mismo abono que yo compraba antes a Q200 hoy lo consigo entre Q450 y Q500”, argumentó.
El presidente de Fasagua indicó que en el caso del fertilizante 15-15-15, que se usa para el tomate, antes de la pandemia se cotizaba entre Q210 y Q215 el quintal, pero ahora hay que pagar Q450, e incluso en algún momento ha cotizado hasta en Q900.
Escasez de mano de obra
Tanto Barco como Ramírez coinciden en que otro factor que afecta la producción de tomate y papas, entre otros productos, es la escasez de mano de obra, a consecuencia de la creciente migración de personas, lo que hace más difícil encontrar agricultores para trabajar en los cultivos. “Los que se consiguen, cada vez cobran más caro el jornal o la tarea”, dijo Ramírez.
Por ejemplo, si anteriormente se pagaban Q50 por un jornal de producción de papa, hoy cuesta entre Q100 y Q120; y una tarea que antes se pagaba en Q25 y Q30, ahora está entre Q50 y Q75. En el caso del tomate, el jornal por día pasó de Q60 a Q100.
Esto también influye en la reducción de las áreas de cultivo y, por consiguiente, eso explica también una caída en la producción, factor que también empuja los precios al alza. “En algunos casos, a personas que podían producir hasta 25 manzanas de papa, ahora solo les alcanzó para unas 12 manzanas”, ejemplificó Ramírez.
Barco estima que en el caso del tomate, hay una baja en la producción de 20% a 25%, pues en el último año, los productores se vieron más afectados por el alza de los insumos y una caída del consumo, que hizo que mucho producto se perdiera y algunos no recuperaron sus costos.
También las frutas
Francisco Viteri, presidente de la Asociación Nacional del Aguacate (Anaguacate), dijo que el comportamiento de los precios de esta fruta se ha visto afectado por los mismos factores, pero también por el alza en los combustibles, que redunda en el costo del transporte del producto.
Los precios que se registraban en octubre de 2022 comenzaron a descender a partir de la segunda mitad de noviembre, todo diciembre y hasta mediado de enero de 2023. “Pero de la segunda quincena de enero a la fecha, ha ido subiendo todas las semanas y se prevé que este comportamiento continúe por lo menos hasta a finales de abril y los primeros 15 días de mayo”, indicó.
Según sus cálculos, los costos de producción se incrementaron entre 50% y 70%, por lo que el próximo año, los precios altos se mantendrán aunque bajen los costos de los fertilizantes los insumos comprados este año, se aplican para la cosecha del año siguiente.
Prevén estabilidad
Francisco Cárdenas, director estratégico de la Gremial de Proveedores de Insumos Agrícolas (Gremiagro), adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), refirió que desde finales de 2021 y durante 2022, el precio de los fertilizantes, agroquímicos e insumos agrícolas en general subió “de una manera extraordinaria”, alcanzando niveles históricos. Sin embargo, desde inicios de 2023, la tendencia ha venido cediendo a niveles más accesibles. “Aunque no hemos llegado a los precios de inicios de 2021, sí estamos cerca”.
Y recordó que el precio internacional de los insumos se vio afectado por la guerra entre Rusia y Ucrania, que dificultó el abastecimiento de la materia prima. “Los primeros meses fueron difíciles, sin embargo, el mercado se ha venido acomodando. Rusia era una de las fuentes de materias primas, sin embargo, previo a la guerra ya había diversidad de opciones, por lo que se recurrió a distintos orígenes, que permitieron mantener abastecido el mercado guatemalteco”, señaló.
Por tanto, se confía en que los precios de los fertilizantes, agroquímicos y otros insumos impactaron las cosechas del año pasado y las más recientes van a ir saliendo de ese efecto, por lo que considera que las nuevas producciones agrícolas podrían bajar de precio y estabilizarse.
Juan Leal, integrante de junta directiva de la Asociación del Gremio Químico Agrícola, indicó que los principales fertilizantes a base de nitrógeno, fósforo y potasio aumentaron en 2022 hasta un 300% comparado con los precios de 2019.
Derivado del incremento de los precios terminales, el año pasado la demanda de fertilizantes se redujo un 35%, según Leal. “Los precios se irán corrigiendo para incentivar la demanda, y encontrar un balance entre demanda y oferta, como cualquier mercado”, agregó.
¿Riesgo de escasez?
De acuerdo con el Monitoreo de Precios de Alimentos a diciembre de 2022, de Progresan-Sica II, programa del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), la disponibilidad de alimentos podría bajar, como reacción al alza de precios que ha redundado en una disminución de la aplicación de fertilizantes, ya que alrededor del 50% de los granos básicos en la región, se producen con fertilizantes nitrogenados.
Sobre la base de una investigación del Banco Mundial (BM), agricultores de algunos países de Centroamérica señalan que, debido al encarecimiento de los fertilizantes, el costo total de producción por hectárea aumentó entre 45% y 66% para alimentos básicos como maíz, frijol, arroz y papa, de 2021 a 2022.
El documento da cuenta que los precios de los fertilizantes bajaron 8.8% en diciembre de 2022, pero el precio promedio anual de enero a diciembre aumentó 62.6%, superponiéndose a un promedio de precios que en 2021 ya había subido en 80.5%.
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