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Según un hecho relevante comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el importe agregado de la operación es de US$1 mil 650 millones, es decir mil 455 millones de euros, de los que 503 millones de euros corresponden a Telefónica Costa Rica, 573 millones de euros a Telefónica Panamá y 379 millones de euros a Telefónica Nicaragua.
La plusvalía antes de impuestos se aproxima a los 800 millones de euros, según la compañía, que ha añadido que las ventas de las tres filiales están sujetas a las condiciones regulatorias.
Con esta medida Telefónica completa la venta de todas sus filiales en Centroamérica por un total de US$2 mil 298 millones (unos dos mil 25 millones de euros), tras haber anunciado el pasado mes la venta de Telefónica Móviles en Guatemala y Telefónica Móviles El Salvador.
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El gigante español de las telecomunicaciones calcula que con la venta de sus filiales en Centroamérica habrá reducido la deuda en unos mil 400 millones de euros.
“Esta operación se enmarca dentro de la política de gestión de cartera de activos del grupo Telefónica, basada en una estrategia de creación de valor, optimización del retorno sobre el capital y posicionamiento estratégico”, indicó la comunicación de Telefónica a la CNMV.
Costa Rica analizará legitimidad
La Superintendencia de Telecomunicaciones de Costa Rica (Sutel), ente regulador del sector, informó este miércoles que hará un estudio técnico para determinar la legalidad de la venta de las operaciones en el país anunciada por la empresa española Telefónica.
La Sutel explicó en un comunicado que “iniciará el análisis técnico para definir si esta eventual cesión cumple con lo establecido en la Ley”.
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La Sutel costarricense indicó que entre los requisitos que se deben cumplir para que la transacción en el país sea avalada se encuentran que el nuevo operador reúna los mismos requisitos y cumpla con las obligaciones adquiridas por el anterior.
Otro requisito es que, en este caso Telefónica, haya cumplido las condiciones fijadas en el contrato de concesión y que la cesión no afecte la competencia efectiva en el mercado.
“Como reguladores del mercado de las Telecomunicaciones, tenemos la obligación de velar por el interés del usuario y garantizar la continuidad del servicio a los clientes de Movistar (marca con la que opera Telefónica en Costa Rica)”, explicó el presidente del Consejo de la Sutel, Gilbert Camacho.
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