“Los recientes indicadores de gastos (de consumo) y producción se moderaron. Pero la creación de empleo siguió robusta en los últimos meses”, resumió el banco central al anunciar su decisión. Pero con la inflación en máximos en 40 años, el presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió incluso que el organismo podría anunciar otra alza “inusualmente grande” en su próxima reunión
La de este miércoles es el cuarto incremento consecutivo, ya que en marzo subió 0.25%; en mayo, 0.5%; y 0.75% en junio. Ello, luego de que hace dos años, para enfrentar la pandemia, la Fed llevó sus tasas prácticamente a cero para fomentar el consumo y la inversión. Ahora, busca el efecto opuesto: enfriar un poco la economía para mitigar las presiones inflacionarias.
Además, el movimiento del indicador surge cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer las nuevas estimaciones de crecimiento, en la cual rebaja el de Estados Unidos, y se suponía que la Fed sería más cauta con su tasa de interés de referencia.
¿Qué implica para Guatemala?
Las autoridades monetarias y representantes empresariales guatemaltecos se mostraron sorprendidos, ya que los efectos de ese tipo de decisiones, tarde o temprano se refleja en la economía nacional, considerando que Estados Unidos, es el principal socio comercial del país (para exportaciones e importaciones), de donde provienen inversiones, el 99% de las remesas familiares y la conexión del sistema financiero.
Consultado Sergio Recinos, presidente del Banco de Guatemala (Banguat) y de la Junta Monetaria (JM), declaró que el nuevo incremento pone presiones, ya que en la medida en que la Fed aumenta la tasa de interés, sube el costo de otros productos y también la de los bonos del Tesoro estadounidenses, lo que puede inducir la salida de capitales de economías emergentes (como la de Guatemala), en desarrollo e incluso, de las avanzadas.
Las primeras, tienen que reaccionar más temprano que tarde también con un aumento de tasas, para evitar que la brecha se vaya ampliando en demasía, y que las personas vayan buscando mayores rendimientos en esa economía.
“Se imponen presiones a todos los bancos centrales por las tasas de interés, y para el caso de Guatemala, en agosto se analizará el balance de riesgos para tomar una decisión sobre la tasa líder de interés y se tendrá que tomar en cuenta lo decidido por la Fed”, explicó.
Importaciones más caras
Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteco Americano (AmCham), aseguró que el mayor riesgo para Guatemala es para el consumidor final, debido al encarecimiento de todos los productos importados.
A su juicio, es un fenómeno nunca visto en le economía global a lo que denominó “alfaque económico”: “Como en el mar, tocará nadar de lado para salir de la excesiva demanda y altos precios, sumado a un aumento de la pobreza y falta de liquidez. Dos fenómenos en un mismo momento”, ejemplificó.
Carrasco recalcó que no será el último aumento de tasas de interés por parte de la Fed, pues la inflación está fuera de control en Estados Unidos, no solo debido a las grandes inyecciones de efectivo en su economía (subsidios) para afrontar la crisis del Covid-19, sino por el alza en los precios de los combustibles y una demanda desbordada de inmuebles y consumo.
Alejandro Ceballos, vicepresidente de la Comisión de Vestuario y Textil (Vestex) de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, manifestó que se trata de malas noticias porque esa medida reduce el consumo en EE. UU., y afecta a las fábricas en Guatemala.
“Hay empresas en EE. UU., que cuentan con mucho inventario de ropa y tendrán que salir a liquidarlo antes de Navidad; de agosto a diciembre, se entrará a un proceso de mucha incertidumbre: por un lado, se quita producción a China y por otro, se elimina la producción local”.
En todo caso, se trata de un ajuste de mercado, que después del paro por la pandemia, la crisis logística internacional y, el nearshoring, tienen mucha mercadería que no se vende y no cuentan con la que sí se comercializa, así que “hay un poco de todo”.
“Yo no me alarmaría; pero serán dos meses en las cuales algunas fábricas no tendrán ordenes, pero otras van a estar llenas. Es un ajuste de mercado y de tiempos inestables”, remarcó.
Más efectos
Para los inversionistas, empresarios y tomadores de decisiones, lo que significa esta medida de la Fed, es que el costo del dinero tiende a aumentar, y se estaría observando un aumento de la tasa de interés desde cero a 2.25% y 2.50%, tratando de reducir el consumo por medio del encarecimiento del crédito. Pero eso también reduce la inversión y, en la medida en que eso sucede, se resiente el crecimiento de la economía.
“Se ha conversado sobre si la economía de EE. UU., entrará en recesión o no: todavía hay debate sobre eso. Pero vemos reacciones fuertes en la política monetaria en ese país, que sí pueden inducir en un decrecimiento; las cifras de empleo están bien y eso se resalta, pero se podría esperar el aumento de las tasas continuará. Es lamentable porque tiene implicaciones en el costo del crédito para el consumo y para las personas que invierten”, remarcó Recinos.
Otra situación es la incertidumbre global por el conflicto entre Rusia y Ucrania y que ocasiona el aumento de los energéticos y los alimentos.
Llamado a la calma
Carrasco reiteró que existe el temor de una posible recesión, pero no se ve que pueda ocurrir, debido a que por el conflicto Rusia y Ucrania, los agentes económicos están buscando resguardarse en la economía de EE. UU.
“El llamado para los agentes económicos en Guatemala es a mantener la calma, ya que son alzas que ya se venían venir, pues se dio un ciclo de tasas de interés ultra bajas (lo que está terminando) y ahora se pasa a lo contrario”, expresó Recinos.
A su juicio, una situación favorable es que todos los bancos centrales están reaccionando ante el comportamiento de precios y en consecuencia, la inflación estará bajando nuevamente, por lo que en un plazo de dos a tres años, se retornará a niveles normales y será una oportunidad para retomar el crecimiento económico.