Gamaliel Zambrano, director del departamento de ingeniería química de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), aseguró que no se puede usar cualquier aceite como los restos de los utilizados en motores de vehículo o maquinaria.
La producción de biodiésel empezó en el 2007, y la planta de producción actual fue instalada en el 2012. Antes de eso la labor y pruebas se hacían de forma más artesanal para poder entender cómo funcionaba la transformación para biodiésel.
Los proyectos de biocombustibles actuales son la producción de biodiésel, también producen hidrógeno a partir de orina humana, producen metano a partir de excremento y etanol a partir de sorgo dulce (maicillo).
Para llegar a aprovecharlo como biodiésel, se debe recolectar el aceite en los negocios, labor que hace la municipalidad capitalina en mercados y otros comercios.
Deben efectuarle un primer filtrado para quitarle restos de comida y luego lo trasladan a los laboratorios de la Universidad para producir el combustible. En la UVG se hace un segundo proceso de filtrado para evitar desechos sólidos de comida y otros restos.
Proceso de transformación
El laboratorio de la UVG, donde se efectúa el proceso de transformación, se ubica en la zona 15, en el campus central.
En ese proceso se incluye el aceite, una mezcla de etanol más hidróxido de sodio, a una temperatura de 70 grados, y se agita por cuatro horas para obtener el biodiésel, explica Zambrano.
Los equipos que se usan son tanques con capacidad de 250 litros cada uno, además tienen una capacidad de producir 500 litros al día. El experto explica que para lograr esa cantidad se necesitan 600 litros de aceite.
Pasa por un proceso de control de calidad para verificar que no tenga agua, otra cantidad de etanol o de hidróxido que no reaccionó, porque si no puede afectar los motores.
Cuando ya está listo, el combustible que será distribuido para los vehículos de la municipalidad capitalina se traslada a depósitos ubicados en la zona 2. Mientras el que está dirigido para los vehículos que usa la Empresa Eléctrica de Guatemala, S. A. (Eegsa) lo guardan en la universidad donde poseen una bomba de distribución.
En ambos casos la mezcla es B25, es decir 25% biodiésel y 75% diésel.
La UVG posee desde hace varios años un pickup que opera con el 100% de biodiésel.
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Transformación en breve:
1. Se recopila el aceite
2. Para por filtración
3. Reacción que se lleva a cabo con la mezcla
4. Se calienta
5. Lavado y secado
6. Control de calidad
7. Pruebas en vehículos
Con el vehículo que tiene a cargo la municipalidad se ha reducido hasta el 50% o el 60% las emisiones contaminantes y en el caso del que tiene la EEGSA ha logrado bajar casi el 70%, ya que el motor es un poco más pequeño, explicaron.
A los vehículos constantemente se les hace una medición de la emisión de gases. Con el analizador se verifican los gases como oxígeno, CO, CO2, nitrógeno y dióxido de carbono.
El vehículo de la UVG reportó el día de la emisión para esta nota 53 grados en la temperatura de los gases de combustión, 31% de monóxido de nitrógeno (NO), 11% de dióxido de nitrógeno (NO2), 55% de óxidos de nitrógeno (NOX), el monóxido de carbono (CO) tiene 262 partes por millón, y azufre tiene cero, ya que solo usa biodiésel.
El carro motor 3 mil, que es el que tiene a cargo la UVG, reportó 200 partes de Carbono por millón, y para el del EEGSA que es motor 1 mil 400, es de 178 partes de CO por millón.
“En un motor normal con diésel ese valor del CO puede ser hasta mil o 1 mil 200 partes por millón, por lo que se demuestra que el biodiesel ayuda a bajar las emisiones”, agrega Zambrano.
La UVG logro patrocinio del Gobierno de EE.UU. para financiar la modernización de su laboratorio y el vehículo con el cual se ha probado el biodiésel.
“El vehículo no necesita ningún cambio en sus piezas para operar con biodiésel y al mismo tiempo ese combustible es confiable”, añadió. “El problema es que la mayoría de personas cree que se les va a arruinar su vehículo y eso no es cierto” explicó el experto.
La municipalidad hace sus pruebas con un camión de la década de 1970, y dos picops de la década de 1980.
Proyecto ganó concurso latinoamericano
Con la municipalidad capitalina se empezó a trabajar en el 2014 el proyecto indicó Aída Lorenzo gerente de la Asociación de Combustibles Renovables ACR. Luego ambos hicieron una alianza con Fundación Solar ya que buscaban participar en un concurso de ciudades sostenibles impulsado por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Lorenzo mencionó que participaron 80 proyectos de la región y Guatemala ganó uno de los premios para poder financiarlo. “La condición es que debía haber una alianza público privada” por ello se logró la participación de la municipalidad y de la EEGSA, añadió.
Ante los resultados positivos la municipalidad de Guatemala está planificando crear su propia planta de biodiésel.
En la capital hay 40 mercados, según datos de la página electrónica de la municipalidad, entre estos 23 mercados formalmente instalados y 17 satélites.
El financiamiento fue de US$50 mil provenientes de la OEA otros US$25 mil aportados por la EEGSA y otro monto similar por la comuna.
Resultados del proyecto
*Los participantes explicaron que durante la primera fase se lograron recolectar más de tres mil litros de aceite usado en comedores de varios mercados y “restaurantes y hoteles visionarios”.
*Se logró transformar en más de dos mil litros de biodiesel.
*Con ello se logra reducir de contaminación de unos 2.5 millones de litros de agua.
*Los análisis de la UVG efectuados a los vehículos de EEGSA y de la municipalidad, tuvieron los siguientes resultados:
* Se redujo hasta un 70%, en promedio, las emisiones de monóxido de carbono (CO), 25% las emisiones de monóxido de nitrógeno (NO) y 50% las de dióxido de nitrógeno (NO2).
*El uso de B25 permitirá reducir las emisiones de monóxido de carbono (CO) hasta en un 40% en el aire de la ciudad, contaminación que se produce, en su mayoría, por el transporte y que actualmente ya sobrepasa los límites de referencia sugeridos por la Organización Mundial del la Salud (OMS), informó la municipalidad.
*Contribuye con la reducción de la contaminación del agua, pues unos 21 mil millones de litros de aceite anuales se derraman en los desagües de la ciudad.
*Ahora invitan “a los guatemaltecos a unirse al proyecto a unirse a esta iniciativa y revertirlos efectos de la contaminación, y generar un cambio y beneficio para las próximas generaciones”.
El Laboratorio de la UVG
El Laboratorio de ingeniería química de la UVG funciona desde 1980, es el más grande que hay en la región, según Zambrano, y tienen alianzas con patrocinadores.
La producción de biodiésel empezó en el 2007, y la planta de producción actual fue instalada en el 2012. Antes de eso la labor y pruebas se hacían de forma más artesanal para poder entender cómo funcionaba la transformación para biodiésel, añadió Zambrano.
Los proyectos de biocombustibles actuales son la producción de biodiésel, producen hidrógeno a partir de orina humana, producen metano a partir de excremento, etanol a partir de sorgo dulce (maicillo).
Acerca del futuro de los biocombustibles, Zambrano menciona que con los representantes de ACR están a la expectativa que pueda aprobarse una ley que incentive que el biodiésel pueda ser mezclado con el diésel fósil, “es cuestión de tiempo” ya que en otros países, como en los europeos ya existe esa normativa, comenta.