El crecimiento económico, aunque se mantendría alrededor de 3.3% anual para el período 2018-2020, sería insuficiente para reducir, de manera consistente, el nivel de pobreza en el país, se agregó.
Según el boletín emitido por el Minfin y el Banguat, el informe indica que S&P podrá reducir la calificación de Guatemala durante los próximos 12 a 24 meses si se presentan estas condiciones:
- Conflictos políticos afectan el crecimiento económico y la sostenibilidad de las finanzas públicas;
- o, Se produce un incremento inesperado en el servicio de la deuda pública del país por arriba del análisis de sostenibilidad de la deuda de S&P.
En cambio, refiere que podrá incrementar la calificación si el gobierno es capaz de proponer e implementar una agenda de reformas que apoye los siguientes aspectos:
- Fortalezca las instituciones públicas y la gobernabilidad de Guatemala;
- Incremente los ingresos del sector público; y
- Mejore las perspectivas de crecimiento económico.
Se agrega en el comunicado que a la fecha, los principales precios e indicadores macroeconómicos (actividad económica, tipo de cambio nominal, inflación, comercio exterior, tasas de interés y captaciones bancarias, entre otros) evolucionan positivamente y con normalidad.
Además se anticipa que dicha situación continúe privando, dada la resiliencia que ha mostrado la economía del país y el compromiso de las políticas monetaria y fiscal por mantener la estabilidad macroeconómica.
Bajó en el 2017
En octubre del 2017 la firma bajó a Guatemala la calificación económica por la crisis política enfrentada desde el año pasado
La agencia redujo esa calificación de riesgo para el país de BB a BB- debido a la inestabilidad política y debilidad de las instituciones, según se informó.
Esta situación podría prolongarse por dos años si Guatemala no toma las medidas necesarias para mejorar su evaluación.
S&P señaló en esa oportunidad que la calificación de moneda extranjera a largo plazo de Guatemala bajó ante la perspectiva de un “crecimiento económico débil”.
Según el catálogo de definiciones de calificaciones de S&P, BB significa que el sujeto de calificación, en este caso Guatemala, “enfrenta constante incertidumbre y exposición ante situaciones económicas adversas, lo que puede llevar a que tenga una capacidad inadecuada para cumplir con sus compromisos financieros”.
El país ya tenía la calificación BB y se le agregó un signo menos (BB-) para indicar su vulnerabilidad ante los cambios económicos.
Fitch Ratings alertó sobre tensiones políticas
En un boletín emitido a mediados de septiembre de este año en Nueva York, la agencia calificadora Fitch Ratings se refirió específicamente a los efectos en la economía del anuncio del presidente Jimmy Morales de no renovar el mandato de la Cicig, y a la suspensión de operaciones de Minera San Rafael.
El aumento de las tensiones políticas y la continua incertidumbre política en Guatemala probablemente socaven la economía y las perspectivas de crecimiento agregó la firma, aunque no cambió calificación al país.
Expone que el anuncio del presidente, Jimmy Morales, efectuado a finales de agosto del 2018 de no renovar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) en 2019 ha aumentado las tensiones políticas.
La acción podría minar aún más la confianza en las instituciones pública, debilitar los indicadores de baja gobernabilidad de Guatemala y plantean continuos desafíos de gobernabilidad, se agregó.
Añade que las tensiones políticas disminuyen las perspectivas de reformas económicas y fiscales antes de las elecciones en 2019, incluidas aquellas para ampliar la base tributaria del país que la firma califica de reducida.
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