El recurso fue planteado el pasado viernes en horas en altas horas de la noche.
Es la primera acción de esa naturaleza que se interpone, con el objetivo de que los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC) analicen revertir la decisión presidencial.
El gobernante no hizo ningún ajuste al salario mínimo para 2019, por lo que este quedará congelado durante dos años.
El pliego salarial vigente es de Q90.16 diarios para las actividades agrícolas y no agrícolas, y Q86.90 para exportación y maquila.
En los últimos cinco años el incremento promedio al salario es de 4 a 5%, según los datos sobre el tema.
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Argumentos
Rigoberto Dueñas, integrante de la Comisión Nacional del Salario (CNS) por el sector laboral, informó que la acción busca que se ordene un ajuste al salario mínimo y se emita un nuevo acuerdo gubernativo, tomando como base la tasa de inflación, que impacta la economía de los trabajadores.
A criterio de los sindicalistas, se ha vulnerado el derecho al artículo 103 del Código de Trabajo, el acuerdo gubernativo 776-94, que establece la fijación anual de los salarios mínimos, así como el Convenio 154 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“La no fijación del salario es un producto de acuerdo entre el gobernante y el sector empresarial organizado, y no hay ninguna razón”, enfatizó el sindicalista.
Recordó que no hay antecedentes sobre la no fijación del salario, pero sí existen otras acciones de amparo que se han planteado al respecto.
Situación económica
Edith Flores de Molina, delegada por la CNS del sector empleador, comentó que el derecho de petición no se le puede negar a nadie.
Sin embargo, dijo, en este caso hay elementos que sustentan la decisión presidencial.
Explicó que la Ley establece que anualmente se debe revisar la fijación del salario, pero para un incremento se tienen que tomar en consideración e dos cuestiones.
Por un lado, señaló, reconocer las necesidades de los trabajadores; en este caso, ellos —amparistas— lo solicitan por la inflación, y por el otro, si la parte empleadora cuenta con capacidad para brindar ese incremento.
Flores de Molina refirió que de parte de los empleadores se decidió que la actual situación productiva no es la mejor para el país y un ajuste al salario significaría un incremento de costos para producción de cualquier producto o prestación de servicios.
Otro de los argumentos es que el aumento al salario le beneficia al grupo de trabajadores que están en el mercado formal de la economía.
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Baja inflación en 2018
La tasa de inflación, que es el alza generalizada de precios en la economía, cerró en 2.31% en el 2018.
Eso significa que ese porcentaje es, en promedio, el incremento de precios en los productos y servicios durante el año pasado y es la pérdida del valor adquisitivo.
No obstante, en la división de alimentos fue de 4.65%, y en otras regiones alcanzó hasta 9.67%, el rubro de mayor presión. En diciembre pasado, representantes de la Cámara del Agro pidieron públicamente al mandatario congelar el pliego salarial, derivado de la caída de los precios internacionales del café, azúcar, aceite de palma y hule —caucho—.
Para este año, el pronóstico es de una leve recuperación en esas materias primas que Guatemala exporta a otros mercados.
El costo de la canasta básica de alimentos se ubicó en Q3 mil 559.84, y el de la canasta vital, en Q8 mil 219.44, según el INE.
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