El consorcio de empresas constructoras Grupo Unidos por el Canal estima que el llenado de los dos complejos de esclusas en el Atlántico y el Pacífico, que se harán por separado, y las pruebas subsiguientes tomarán entre seis y siete meses.
La cámara baja recibirá por hora, unos 50 mil metros cúbicos de agua mediante cinco tuberías de 0.90 metros de diámetro. #CanalAmpliado
— Canal de Panamá (@canaldepanama) June 11, 2015
“Es un proceso seguramente muy complicado”, dijo el director de la obra Giuseppe Quarta en un reciente encuentro con periodistas. “Esta es un esclusa única y hay muchísimos componentes que tienen que trabajar juntos para que las cosas funcionen como corresponden”, agregó.
Cada complejo de esclusas cuenta con pesadas compuertas de acero y numerosas válvulas. Son más anchas y largas que las del canal original y permitirán el paso de buques de mayor calado.
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El llenado se inicia en el Atlántico debido a que la construcción del nuevo carril de esclusas en ese sector avanzó más rápido que en el Pacífico, donde se prevé que se inicie la inundación entre agosto y septiembre.
Las previsiones de las constructoras y las autoridades canaleras apuntan a que la expansión esté operativa para abril de 2016, un año y varios meses después de lo previsto originalmente. La ampliación tiene un avance de casi 90%.
Panamá decidió hace una década impulsar la mayor reforma estructural del canal a fin de duplicar su capacidad y enfrentar la competencia de otras rutas, como el canal de Suez. La ampliación le cuesta al país centroamericano 5.250 millones de dólares.
A medida que se ha ido demorando la obra el país ha visto irse a importantes líneas navieras a Suez, mientras que los países usuarios, como Estados Unidos y Japón, esperan con ansias el inicio de operaciones del canal ampliado para acortar la ruta a barcos gigantes que transportan gas natural licuado desde la costa sur estadounidense hacia la nación asiática. Panamá le apunta con fuerza a este nuevo negocio.