Nanno Mulder, jefe de la unidad de comercio internacional de Cepal, con sede en Chile, dijo que es necesario hacer esta revisión y definir qué modelo de turismo se necesita, ejemplificó que si está basado solo en el precio eso promueve mucho el trabajo informal y trabajo precario. Por ello, comentó, se debe trabajar en generar más valor, como reforzarlo para que se llegue a pagar un mayor valor por la estadía. Aunque mencionó que el turismo por precio es predominante en el área del Caribe, el resto de países también deberían hacer esa revisión porque podrían necesitar atraer visitantes de mayor poder adquisitivo.
Mulder advirtió que no se puede dejar de atraer al segmento medio, que representan el mayor número de viajeros, pero que el segmento premium es muy importante ya que permitiría más ingresos y trabajos formales, agregó.
Latinoamérica tiene la debilidad de que no aprovecha el potencial del turismo asiático, un mercado cautivo en crecimiento y que no solo vendría a un país, sino que su viaje sería multidestino, explicó.
Agregó que dependerá cuándo los países abran sus fronteras pero que China y otros asiáticos, así como Nueva Zelanda (Oceanía) ya controlaron la enfermedad y pueden representar una oportunidad en el mediano plazo. Sin embargo, mencionó que no hay ofertas ni promoción en idioma chino mandarín y siguen retos como los temas migración ya que varios países piden visa de ingreso a las personas de ese país.
Jorge Mario Chajón, exdirector del Inguat, y Luis Rey presidente de la Cámara Guatemalteca de Turismo (Camtur) expusieron que Guatemala no tiene un tipo de negocios por precio como lo tienen destinos del Caribe como República Dominicana, Cancún (México) y algunos de Colombia y otros lugares, que son destinos de turismo masivo y que se caracteriza por dar paquetes todo incluido en complejos turísticos.
2.5 millones de turistas recibió Guatemala en el 2019, de los cuales el 32% fueron excursionistas (visitas de un solo día).
Chajón agregó que Guatemala tiene una oferta de turismo abierta y variada ya que los visitantes no solo llegan a un resort o complejo, sino que viajan por varios destinos del país. A su criterio en lo que debe trabajar el país es en el perfil de turista, uno de estos es reforzar los segmentos que no atraen turismo masivo, pero sí de mayor poder adquisitivo que permite realizar un gasto promedio y estadías más altos.
Ambos coinciden en que se debe reforzar segmentos como los de bodas y lunas de miel, aviturismo, actividades deportivas, y segmentos especializados como el de profesionales o interesados en arqueología, cuyos viajeros tiene el perfil mencionado.
Otro que es alto en el nivel de gastos es el de reuniones, congresos convenciones, pero en este caso luego de la pandemia se tendrá que ver cómo se redefine este segmento ya que se visualiza que sea de los últimos en reactivarse, agregaron. Aunque para este Chajón también comentó que al país le hace falta retomar los planes para mejorar su oferta de estructura para congresos y convenciones.
Desde antes de la pandemia el sector de turismo veía la necesidad de regular el número de visitas a Antigua Guatemala para conservar no solo el patrimonio cultural sino revalorarlo como destino turístico. Esta es una medida que aprovechando la coyuntura de protocolos y distanciamiento físico deberán definir las autoridades municipales junto con las de turismo como ya se ha hecho en otros destinos del mundo cuando la carga por visitas masivas rebasa la capacidad o pone en riesgo el lugar, dijo Chajón.
Ricardo Castillo, presidente del Irtra, considera que el turismo es una de las actividades que más fácil que se puede recuperar luego de una emergencia como la que se vive por la pandemia.
Expuso que el turismo masivo quiere llegar a lugares bonitos, alegres, comer bien, ser bien atendido, descansar y disfrutar y aunque Guatemala no es fuerte en segmentos como playas se debe buscar otros atractivos como ya lo son tiene la Antigua Guatemala y el Lago de Atitlán, pero también cuidara estos.
90% de los negocios de servicios turísticos son mipymes, algunos son autoempleo y otros no son formalizados.
Sin embargo, mencionó que “en Guatemala no hemos entendido el turismo”, al explicar que es necesario tomar en cuenta otras aristas. “Creo que el país debe tener en muy alto valor el origen y saber quiénes somos, como se tienen las ruinas de los mayas, pero son lugares a donde los visitantes llegan una vez y no regresan”, dijo Castillo.
Por eso a su criterio debe observarse experiencias de otros países. Uno de los segmentos que más está creciendo es el de parque de diversiones dijo, al comparar que Francia recibe alrededor de 70 millones de visitantes, pero que en Florida, de los 115 millones que recibió en el 2019, 65 millones fueron a los parques. El otro turismo que ésta creciendo, refirió, es el del juego, como Las Vegas.
Castillo considera que para que las visitas vuelvan a un destino debe contar constantemente con novedades y que esa es una de las visiones con las que se trabaja en los parques de diversiones.
Se impulsarán todos los segmentos
El Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) respondió que en esta coyuntura, por los efectos del covid-19, es muy pronto para hablar de las acciones para redefinir el perfil de turista que busca el país. Por ello primero se debe entender como irá evolucionando la dinámica en los principales países que habían sido emisores para Guatemala hasta antes de pandemia.
El nuevo turismo poscovid-19 será más exigente, buscará modelos de sitios turísticos no contaminantes y no buscará turismo de “masas” por lo que el turismo rural y de naturaleza será una de las mayores tendencias, además que los viajes empezarán con grupos familiares y reducidos, agregó el Inguat.
Ahora “se están preparando portales electrónicos en donde se podrán encontrar ofertas para todos los bolsillos, en cualquier nivel de poder adquisitivo”, respondió el instituto indicando que todos los segmentos deben fortalecerse, tomando en cuenta la diversidad del país y que estos tienen potenciales clientes tanto de un bajo, medio y alto poder adquisitivo. Para ello se está trabajando en diferenciadores que le den un valor más alto como el segmento cultural con énfasis en gastronomía, aviturismo, salud y bienestar, aventura, naturaleza y comunitario.