El gobierno necesita emitir bonos por unos US$11 mil millones para afrontar el acuerdo, endeudamiento que la oposición busca limitar en el Congreso.
“Está claro que los inversores no van a salir a comprar un bono nuestro a sabiendas de que no es seguro que la Cámara de Apelaciones apruebe o no todo lo hecho hasta ahora”, expresó Luis Caputo, secretario de Finanzas.
El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, también advirtió que si no se logra la aprobación del acuerdo “podría haber un ajuste tremendo” de la economía apabullada por una inflación del 30% anual en 2015 y déficit fiscal. “Hay que resolver el tema de los holdouts para volver a crecer y tener acceso al crédito”, dijo.
Argentina acordó con los fondos NML Capital, Aurelius y otros acreedores un pago de US$4 mil 653 millones en efectivo, con plazo máximo el 14 de abril.
Para ello necesita derogar dos leyes que impiden el pago, condición que impuso el juez de Nueva York, Thomas Griesa, para levantar órdenes contra Argentina que le impiden pagar deuda reestructurada en los canjes de 2005 y 2010 al que adhirió el 93% de los acreedores.
Con este acuerdo el gobierno de Macri busca poner fin al litigio en los tribunales federales de Nueva York y salir así de un default que arrastra desde hace 15 años.
La decisión de la Corte de Apelaciones de Nueva York conocida el pasado viernes por la noche de aplazar al 4 de abril el levantamiento de órdenes contra Argentina para permitir el proceso de apelaciones de acreedores, puso un nuevo obstáculo al trámite parlamentario que tiene el martes su debate en Diputados, donde el gobierno no tiene mayoría.