El administrador tributario identificó a un grupo de contribuyentes a los cuales se les fiscalizará e incluirá a otros sectores que no son fiscalizados.
Las apuestas
El superintendente Marco Livio Díaz Reyes, apuntó que una de las apuestas es en el fortalecimiento de la fiscalización y nuevas formas de investigación, con el fin de aumentar la cobranza de manera sostenida, reducir las brechas de cumplimiento tributario (IVA e ISR) e incrementar la eficiencia del servicio aduanero y combate al contrabando, entre los puntos más relevantes.
El cruce de información conlleva a un potencial de recaudación y análisis de las operaciones.
Para 2020 en las estrategias de fiscalización, el superintendente afirmó que se implementarán los análisis de riesgos, análisis sectorial, estudios sobre la evasión del IVA e ISR, el incumplimiento tributario, y vez detectados la implementación de los nuevos métodos de fiscalización.
Al respecto habrá personal que realizará los análisis unificados de casos, y las tipologías de comportamiento, para generar las acciones de inteligencia para fiscalizar.
La SAT cuenta con el gobierno de datos, se seleccionará los casos basados en riesgo, las estructuras de defraudación tributaria, y las tipologías del comportamiento.
“Queremos enfocarnos en sectores económicos en los cuales creemos que hay riesgos y que están incumpliendo con sus obligaciones. En la coyuntura actual, por ejemplo, no podemos fiscalizar a los restaurantes porque sabemos que no están operando”, indicó Díaz Reyes.
El gobierno de datos de la SAT estaría generando las “alertas” de riesgo para fiscalizar a los contribuyentes, que es un proceso en la cual participaron organismos internacionales.
En cada una de las fases habrá una acción, hasta alcanzar el objetivo que es el control del cumplimiento y fiscalización.
El superintendente comentó que, en la identificación de las estructuras, se realizará la inteligencia tributaria, la identificación de los esquemas y estructuras, hasta llegar a las acciones de fiscalización y jurídicas en coordinación con el Ministerio Público.
Dentro de los programas de fiscalización por topología de comportamiento, mencionó:
- Control electrónico a grupos empresariales
- Control de importadores y reporte de ingresos
- Control de ventas versus ventas reportadas
- Contribuyentes que aumentan desproporcionadamente sus saldos de crédito fiscal de un mes a otro
Contribuyentes que rectificaron sus declaraciones para aumentar crédito fiscal
El superintendente advirtió que están trabajando en los mecanismos para hacer fiscalizar a las transacciones comerciales o ventas que se hacen en línea.
Aseguró que se trata de un programa -software- novedoso, que se está diseñando para hacer este tipo de controles con otras instituciones.
Por otro lado, la intendencia de Recaudación estructuró una sección denominada “contact center” para ejercer control de aquellos establecimientos que realizan ventas a través de redes sociales, pero que no emiten facturas.
Por aparte, informó que la brecha fiscal -impuestos programados, pero no recaudados- en el primer semestre fue de Q2 mil 618 millones, y la recaudación acumulada fue de Q28 mil 262 millones, cuando la meta era de Q30 mil 881 millones.
Para 2020, la brecha fiscal se proyecta en unos Q7 mil millones.
Se dio a conocer que 23 contribuyentes se han inscrito al régimen electrónico de devolución de crédito fiscal, que aprobó el Congreso en el 2019.