En los últimos siete años, el poder de compra bajó más del 22%. Esa es una de las razones por las que hoy el salario real es menor al monto que uno recibe, según Érick Coyoy, analista económico y consultor de la Fundación Economía para el Desarrollo (Fedes).
Haga el cálculo
Por ejemplo, y de acuerdo con expertos, si una persona que ha percibido ingresos nominales de Q2 mil 300 —el promedio en Guatemala— desde el 2010 a la fecha, su sueldo real a abril del 2017 es de Q1 mil 789.04.
El dato se desprende al tomar en cuenta el índice de precios al consumidor (IPC) a ese mes. Es decir que ha perdido el poder de compra por Q510.96
El salario nominal es el monto que el trabajador recibe luego de los descuentos —ISR, IGSS u otros)—, mientras que el sueldo real se basa en el nominal, quitándole el efecto del aumento de precios.
El cálculo se obtiene con base en los datos oficiales emitidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), al tomar en cuenta la estructura de la canasta de precios del 2010, la cual se determinó con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos Familiares (Enigfam) que reflejó el patrón de consumo de los hogares.
Para abril del 2017, el IPC se registró en 128.56, según el INE.
El interesado puede obtener los datos en la página electrónica de esa institución, www.ine.gob.gt, y hacer sus propios cálculos a la fecha que desee.
De esa misma forma, quien tiene ingresos por Q5L mil y no ha tenido aumentos desde el 2010, el salario real, según la misma base, es de Q3 mil 889.22, lo que significa que perdió la oportunidad de poder comprar productos por Q1 mil 110.77.
Luego de aplicar el impacto del aumento de precios, una persona que desde el 2010 no recibe aumentos en sus ingresos nominales y mantiene los Q5 mil al mes debería ganar Q6 mil 428, según el IPC a abril del 2017.
Por ejemplo, si se toma en cuenta que en cinco años no ha recibido aumento, de abril 2012 a abril 2017 el salario indexado debería ser de Q5 mil 975, explicaron los técnicos.
Los datos refieren que en siete años —del 2010 al 2017— una persona ha perdido más del 22%, casi la cuarta parte del poder adquisitivo, según Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes).
Linares explicó que a pesar del crecimiento económico de Guatemala, que es moderado, no contribuye a mejorar el ingreso real de los trabajadores.
Linares opina que se requiere una política de salario mínimo que sea consistente ya que tampoco se puede pretender que de una vez se aumenten Q1 mil 100 que perdió en poder de compra la persona, en el caso del ejemplo.
Nominal: sueldo o ingreso bruto, menos descuentos. Real: salario nominal, quitándole el efecto del aumento de precios (IPC).
Agrega que también se debe combinar con una política de generación de empleo, ya que al haber más oportunidades de trabajo aumenta el consumo y se dinamiza la economía.
Cuestiona medición
Edith de Molina, representante del sector patronal en la Comisión Nacional de Salario, explicó que han discutido con el INE la forma de cálculo del índice de precios al consumidor, ya que han encontrado puntos en que difieren.
Expuso que la inflación se mide con los precios de la canasta básica, que incluye los alimentos que debería tener una familia para cubrir sus necesidades nutricionales, pero que esa canasta contiene hortalizas y frutas que son estacionales; sin embargo, al hacer el monitoreo en un momento en que no es su temporada y el precio ha subido, el cálculo cambia.
El otro cuestionamiento es que están monitoreando productos que posiblemente no son los que se estén consumiendo ahora.
El tercer problema, según De Molina, es que hay errores en algunos productos, ya que se incluye en la lista que la libra de ejote es de Q46. “Esos precios están mal desde su cálculo”.
Otro error, agregó, es que se calcula el monto de la canasta básica necesaria y el ingreso familiar en función de una familia de cinco integrantes, pero en la actualidad es de cuatro.
Respecto de una política salarial, dijo que la costumbre ha sido que cada año se dé un incremento, pero la ley lo que ordena es que se revise; “no siempre tiene que haber aumento”. Eso depende no solo de la capacidad de compra, sino del crecimiento de la actividad económica, comentó.