El grupo bancario sudafricano Standard Bank Group explicó en un comunicado haber sido “víctima de un fraude sofisticado y coordinado”, y añadió haber tomado “medidas rápidas para frenar el problema y haber alertado a las autoridades japonesas”.
Los maleantes utilizaron tarjetas falsas elaboradas a partir de datos bancarios sustraídos a este banco, detalló la prensa japonesa que citó a fuentes anónimas cercanas a la investigación.
La operación de envergadura tuvo lugar el 15 de mayo y afectó durante dos horas y media a los cajeros automáticos de 17 prefecturas del archipiélago, con 14 mil operaciones de retirada de dinero que implicaron 1 mil 600 datos de tarjetas falsificadas, explica el diario Yomiuri.
Seis de estas tarjetas fueron confiscadas por las máquinas que las reconocieron como anormales cuando los ladrones quisieron utilizarlas.
Los investigadores pretenden aprovechar estos elementos así como las grabaciones de las cámaras de vigilancia para identificar rápidamente a los responsables.
Las autoridades niponas, que trabajarán sobre este caso con los sudafricanos, sospechan que “una banda internacional bien estructurada” planeó esta operación, escriben los periódicos japoneses.