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Por este hecho fueron detenidos tres individuos acusados de trata de personas. Son los guatemaltecos José Callejas, de 62 años, y su hija Karin Callejas, de 35, a quienes se les señala de siete cargos de tráfico de personas por reclutamiento y siete cargos de retención de documentos.
El otro capturado es Nathan Stewart Brown, de 33 años, acusado de tres cargos de trata de personas por reclutamiento.
Los aprehendidos deberán comparecer ante un tribunal de London el próximo 3 de febrero.
Cómo operaba la reclutadora
El diario canadiense reporta que los señalados engañaban a sus víctimas al hacerse pasar por abogados de migración y empresarios. Los trasladaban a London (Ontario) y los alojaban en varias viviendas, en las que podía haber hasta una docena de personas, sin agua y electricidad. Les retenían el pasaporte para forzarlos a trabajar y los amenazaban con deportarlos y llamar a la policía si no cumplían con las normas de las casas.
“Las condiciones en la casa y otras residencias eran deplorables”, dijo al diario el sargento Sean Sussex, de la unidad de trata de personas.
Ahora los siete migrantes guatemaltecos se encuentran en Ontario, Canadá, donde las personas son requeridas para trabajar en granjas y procesadoras de alimentos que aprovechan el Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (Temporary Foreign Worker Program ,TFWP).
Santiago Escobar, del sindicato United Food and Commercial Workers (UFCW), dijo al medio norteamericano que parte del problema que enfrentan los trabajadores en Canadá es tener “permisos cerrados”, es decir, que están ligados a un solo empleador, lo cual los convierte en “un blanco fácil para traficantes y empleadores abusivos”.
UFCW ha abogado porque los permisos de trabajo sean abiertos o sectoriales y que den al migrante la facilidad de cambiar de empleador, pues las personas toleran la explotación laboral y las condiciones precarias por miedo a perder el empleo.
Se necesitan protocolos
Pedro Pablo Solares, experto en temas de migración, refiere que los gobiernos deben crear protocolos y divulgarlos para que haya reglas claras en el tema de visas de trabajo, pues las personas se exponen a ser engañadas o defraudadas, ya sea por empresas que no llenan los estándares requeridos o por empresas que maliciosamente buscan es defraudar al cliente.
Gabriel Aguilera, ministro de Trabajo, dijo en agosto pasado a Prensa Libre que los trabajadores no deben cubrir ningún costo por el trámite de visas agrícolas, porque es el empleador quien lo asume o bien las empresas empleadoras o las reclutadoras que gestionan la visa.
Mientras que Francesco Carella, especialista en migración laboral de la OIT, ha mencionado que en este tipo de reclutamiento pueden presentarse abusos, como la trata de personas o el trabajo forzoso, ya sea previo o en el momento de la contratación de reclutamiento, incluso, antes que el trabajador llegue a su lugar de destino.
Cuando el trabajador ya está en su destino tiene el derecho a una paga justa, que esté por encima del salario mínimo, o bien, que sea comparable al salario que recibiría un trabajador local en el mismo puesto, ha dicho el especialista de la OIT.
Consejos para no caer en el engaño
Solares menciona que el Estado debería certificar a las empresas que hacen los trámites de visas de trabajo, pero al no existir este control, se recomienda a las personas verificar:
- Que la empresa tenga local, y no sean proveedores ambulantes.
- Que tengan formalidades administrativas: patentes, registro en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), etc.
- Y principalmente, que la firma tengan experiencia comprobable en este tipo de gestiones.
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