IDC espera que el crecimiento del consumo de Infraestructura y Plataforma en la Nube en Centroamérica y El Caribe sea de aproximadamente un 37% hasta el 2024.
En contraste, todo lo que no es nube, es decir, el gasto en hardware, software y servicios on-premise disminuyó entre el 2019 y 2020, por lo tanto, solo se espera que crezca a un máximo de 4% en los próximos cuatro años en Centroamérica y El Caribe.
Marcos Grilanda, director regional para Amazon Web Services consideró que los servicios en la nube aún tiene un potencial y mercado para crecer.
El teletrabajo, el comercio electrónico, y el retail, aceleraron la transformación digital por la expansión de los negocios durante la pandemia.
Por lo anterior, hay compañías que adoptan más rápido que otras los servicios en la nube.
Por ejemplo, un emprendedor nace en ella y crecen juntos a comparación de compañías más tradicionales que tienen sistemas ya implementados tardan un poco más en tomar la decisión y migrar los servicios, explicó Grilanda.
También, los gobiernos pueden tener ese acceso, pero depende de sus políticas públicas y procedimientos internos para poder llevar a cabo esa transformación.
“Hay diferencias importantes entre quienes adoptan más rápido y lento los servicios y eso impacta en la transformación digital”, Marcos Grilanda.
La banca, los centros de llamadas, la agroindustria son algunas de las industrias que han invertido en adquirir servicios en la nube con el objetivo de digitalizar sus operaciones y servicios, comentó el ejecutivo de Amazon Web Services.
“Desde un emprendedor, pequeña y mediana empresa hasta una gran empresa multinacional tiene acceso a la misma tecnología con más de 200 familias de soluciones”, afirmó Grilanda.
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Erick Montenegro, gerente senior de Servicios Administrados de Tigo Business, explicó que debido al impulso de la transformación digital en el proceso de recuperación económica ha incrementado en un 40% la cantidad de proyectos con soluciones de ciberseguridad, y un 24% en el uso de la nube, en comparación con el 2019.
Esto es porque la ciberseguridad ha tomado un rol mucho más estratégico porque un ataque puede llevar a la quiebra a un negocio.
Las soluciones de ciberseguridad en el 2021 han llevado a las empresas a proteger su activo mas importante, “la información” las empresas pasaron de un modelo físico a canales digitales, lo que abrió una brecha de vulnerabilidad en la infraestructura de las compañías, enfatizó Montenegro.
Segunda ola de transformación digital
Jaime Matus, gerente Regional de Mercado Corporativo de Claro coincidió en que la pandemia aceleró el proceso de transformación digital y de adopción de la tecnología por parte de las personas y empresas, de una forma casi inmediata; y estimó que esa adopción se aceleró entre dos y tres años.
Aunque la penetración de dichos servicios venía en crecimiento, la adopción y crecimiento de un año para el otro fue rotundo y con ello, cambiaron las dinámicas personales, familiares y de entorno de trabajo.
“La tecnología y los servicios de nube vinieron a aportar escalabilidad, agilidad, flexibilidad y ahorro a las empresas, permitiéndoles mejorar sus procesos de negocio y llegar así a más personas”, Jaime Matus.
Erick Sosa, gerente de Negocios de Nube para Microsoft Centroamérica opinó que la aceleración del año pasado es el comienzo de una segunda ola de transformación digital.
“El ser más digitales se está convirtiendo en la nueva moneda que impulsa la resiliencia y el crecimiento de toda organización”, afirmó Sosa.
La demanda acelerada de las ofertas de Microsoft impulsó los ingresos de la nube comercial a US$16.7 mil millones, un 34% más año tras año.
También, otra área de la nube que ha tenido un gran impacto es la productividad y trabajo remoto. Según los resultados globales de Microsoft Corp., los ingresos en productividad y procesos comerciales fueron de US$13.4 mil millones y aumentaron un 13%, en comparación con el 2019.
En el caso de Microsoft Teams llegó a tener 115 millones de usuarios activos cada día en octubre del 2020, en comparación con los 75 millones que se registraron en mayo del mismo año cuando la pandemia estaba en sus primeras fases, indicó Sosa.
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¿Cuánto se debe invertir en servicios en la nube?
Matus explicó que un servicio en la nube bajo la modalidad de software como servicio (o mejor conocido como SaaS), pueden arrancar desde los US$5 al mes por licencia o usuario y pueden llegar hasta los US$500, dependiendo de la aplicación y el tipo de servicio.
Por otro lado, están los servicios de Infraestructura (o mejor conocidos como IaaS), para estos servicios de igual manera se pueden encontrar servidores e infraestructura en la nube desde US$50 al mes para empresas pequeñas, medianas y emprendedores, hasta servicios más complejos y con costos más elevados, para medianas empresas y grandes corporaciones o inclusive, empresas multinacionales.
Una de las ventajas de la nube es que se adapta a las necesidades de cada empresa, y el precio depende del servicio que se contrate, refirió Sosa.
Por ejemplo, en la nube se puede comprar poder de cómputo como las máquinas virtuales, las cuales se pagan por hora de uso; y otros servicios como los bots en donde se paga centavos por mensaje enviado o el servicio de disco duro que se paga según Mbps consumidos.
“Lo importante es que las empresas conozcan la arquitectura que quieren implementar en la nube, qué es lo que se quiere subir, porque eso les permitirá tener una mejor estimación del costo”, Erick Sosa.
Erick Montenegro, gerente senior de Servicios Administrados de Tigo Business, comentó que los precios por los servicios en la nube se basan en el consumo y sus tres principales beneficios económicos son:
- La elasticidad: la nube se paga por consumo y la velocidad de adopción es casi inmediata, lo que lleva a las empresas a aprovechar el momento de innovar en sus nuevos modelos comerciales.
- El ahorro: por la gran escala de infraestructura que tenemos como proveedores de nube hace que los precios unitarios sean menores a las compras que pueden realizar las empresas individualmente.
- Modelo económico: al migrar a un modelo de nube, las empresas pasan de un modelo de inversión de capital a un modelo de pago por servicio, lo que trae beneficios fiscales y de flujo de efectivo.