En ese mes del año anterior, la institución reportaba un crecimiento de 3.45% (alrededor de 45 mil afiliados más), pero un año antes reportó una caída de 1.82% (unos 24 afiliados), a pesar de que aún no comenzaba el impacto posterior derivado de la pandemia Covid-19.
Según los datos aportados, los meses con mayor empleabilidad en el 2021 fueron noviembre y diciembre (con 1 millón 436 mil 783 y 1 millón 447 mil 618 trabajadores inscritos, respectivamente), cifra que disminuyó a 1 millón 415 mil 150 en enero, para recuperarse en el mes siguiente, hasta alcanzar la cifra mencionada.
Respecto a los departamentos con mayor incremento de afiliados, están Sacatepéquez, con 12.4%, Petén (9.7%), Quetzaltenango (9.2%), El Progreso (9%), San Marcos (8.3%), Baja Verapaz (8.2%) y Chimaltenango (8.1%). Mientras que en Santa Rosa no hubo variaciones y en Alta Verapaz, se reporta un descenso de -1.2%.
Y en cuanto a las actividades productivas más dinámicas en el ámbito laboral en el período descrito, están hoteles y restaurantes, que fue el sector más perjudicado por la pandemia, con 20.8%; servicios sociales y de salud (14.5%); inmobiliarias (13.6%); y comercio (10.9%); mientras que hubo una disminución de -17.1% en la construcción.
Con base en lo anterior, expertos en el tema laboral señalan que se deben analizar otras aristas para establecer la realidad del empleo total en el país, como el hecho de que la informalidad sigue alta y la generación de plazas laborales no es suficiente para atender la incorporación de unos 200 mil jóvenes que cada año buscan ingresar al mercado de trabajo.
Qué dicen las estadísticas del INE
La Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (ENEI) 2021, levantada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y presentada recientemente, ubicó el desempleo abierto en 2.2% de la población económicamente activa (PEA), mientras la economía informal se ubicó en 70.8%.
Y determinó que la PEA estaba integrada por (al momento de la encuesta) s de 7.4 millones de personas, a pesar de que 11.8 millones ya se hallaban en edad de trabajar (68% del total de habitantes). El otro 32% equivale a 5.4 millones, entre niños, ancianos y otros. En tanto, la tasa de ocupación en 2018 y 2019 fue de 98%, pero en 2021 bajó a 97.8%.
Además, al comparar los datos de la ENEI 2019 con la de 2021, se refleja que el empleo asalariado en su conjunto (formal e informal) se redujo el alrededor de 800 mil puestos y el refugio fue el trabajo por cuenta propia, que aumentó en alrededor de 600 mil.
¿Y el autoempleo?
El economista Edgar Balsells indica que si bien es importante el crecimiento del 6.3% de afiliados al IGSS, se debe recordar que hubo una merma muy fuerte en el primer año de la pandemia y por eso, la recuperación se percibe alta.
A su criterio, muchos de los afiliados que se reportan no solo son empleos que se habían perdido, sino que incluye a trabajadores contratados a tiempo parcial, con menos ingresos que los de tiempo completo. Al cierre del 2021, el Ministerio de Trabajo tenía registrados más de 13 mil empleos de este tipo.
Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes) añade que más del 70% se desempeña en el autoempleo, emprendimientos familiares o microempresas, por lo que más del 75% de las personas no tienen seguridad social.
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Por lo tanto, “los datos del crecimiento de afiliados al seguro social son engañosos, si no se toman en cuenta otros indicadores. El empleo formal entre finales de 2019 y de 2021 se mantiene virtualmente estancado, igual que en años anteriores a la pandemia, pues solamente crece alrededor del 3% anual. La pérdida de empleo asalariado es grave”.
Y Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación de Desarrollo para Guatemala (Fundesa) comentó, al ser consultado sobre los avances y los retos pendientes en términos de empleo, que hay una agenda de recuperación económica que se ve en todo el país, que incluye la generación de puestos de trabajo, y ahora con la liberación de las medidas de aforo, se prevé que aumente porque había sectores que tenían esas limitaciones.
“Todavía hay un esfuerzo adicional que se debe hacer para generar más empleos formales. Guatemala tiene resiliencia y una agenda económica muy importantes”, dijo.
