Aun así, recientemente el Banco Mundial acaba de hacer su proyección para el 2018, el cual prevé un crecimiento mundial para este año de 3.1% y una estabilidad en esa cifra para el 2020. En el caso del Fondo Monetario Internacional el crecimiento estimado es un tanto más positivo rondando el 3.6%.
Los datos confirman que Estados Unidos está creciendo a un ritmo apropiado luego de la crisis del 2009, ya que el empleo se encuentra en lo más bajo de los últimos 17 años. En noviembre 2017 se agregaron a la economía 228 mil empleos y en diciembre del mismo año se agregaron otros 148 mil. El crecimiento esperado para el 2018 es de 2.2% superando el anterior 1.7%. Los datos reflejan que Estados Unidos está regresando a la situación económica esperada, a pesar que la discusión política sea con otro matiz.
En el caso de China, se espera un crecimiento de 6.5%, aunque varía dependiendo de la fuente. Existe una discusión aquí que ha quedado olvidada, y es que Wang Baoan, jefe del Instituto Nacional de Estadísticas de China fue despedido. Las razones por las que Boan fue despedido no fueron por malos cálculos estadísticos, aunque resulta para algunos medios curioso cuánto pudo llegar a crecer en poco tiempo. Aun así, este dato es confirmado por el Fondo Monetario Internacional y puede ser considerado como oficial.
El país ha tomado medidas interesantes como prohibir el bitcóin y combinar el crecimiento con una política monetaria y fiscal proactiva. La regla de comportamiento social, que brinda puntos a quienes se comporten correctamente, parece una medida de China para centrarse en los aspectos sociales.
El caso de Latinoamérica es un poco más difícil de definir. Por una parte, se pronostica un crecimiento leve de 2.2% en Latinoamérica y Caribe. La Cepal indica que Argentina crecerá 3%, Chile 2.8%, Colombia un 2.6%, Brasil con un 2.4% y Perú un 3.5%. Panamá será líder, de nuevo, con un crecimiento esperado de 5.3%.
¿Qué debemos esperar? Las economías fuertes, tanto China como Estados Unidos han comenzado con buen pie. Por su parte, Latinoamérica tendrá un año positivo, de acuerdo a como comenzamos el año y por su parte Centroamérica también tendrá un mejor año que el anterior.
Como comenté al inicio, lo preocupante no es económico en este año sino político. La tensión entre Corea del Norte y Estados Unidos, combinada con el accionar de Rusia y la posición de Estados Unidos en temas álgidos para la región árabe como para Latinoamérica ha creado una incertidumbre difícil de disipar a través de la economía.
Esta combinación ha creado una fuerte volatilidad en los mercados, sobre todo de México y, como deparan las discusiones políticas pendientes, podrían ser cada vez más sensibles.
* mauriciogaritag@gmail.com
