La formulación del presupuesto lleva un componente político, ya que será al organismo Legislativo el que deba conocerlo, y tiene hasta el 30 de noviembre como fecha establecida por la ley.
Por decirlo así, el presupuesto está ahora en la cancha política, y cabe mencionar que el actual ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci, fue diputado e integró precisamente la Comisión de Finanzas y Moneda que tendrá que hacer el dictamen o posiblemente modificaciones.
Pulso político
Diputados de bancadas opositoras señalan que el Gobierno podría tener cuesta arriba la aprobación del presupuesto, aunque la postura oficialista podría alcanzar los votos necesarios para poder pasarlo con la alianza que tiene, al comentar sobre el pulso político.
El diputado Édgar Stuardo Batres, de Winaq, resaltó que hay una ruptura en el bloque oficialista por la falta de cumplimiento de los acuerdos con junta directiva, sobre todo con la distribución de los fondos del covid-19.
Samuel Pérez, de la bancada Semilla, coincide en esos términos y recordó que la aprobación del presupuesto siempre viene acompañada de votos para la elección de la junta directiva de ese organismo para el siguiente periodo legislativo, y consideró que la alianza oficial se está “quebrando” ya que algunas bancadas ya no están en sintonía con el Ejecutivo.
“Hay una consecuencia directa de que, si no pagan los favores, no van a lograr el consenso”, precisó.
Carlos Barreda, jefe de bancada de la UNE, destacó que el Congreso está muy disperso, que hay demasiadas bancadas, y que la alianza oficialista tiene muchos grupos que están ejerciendo la presión al Ejecutivo en cuanto a los contratos y obras, y recordó que la semana pasada la agenda legislativa no logró avanzar.
“La agenda legislativa de la oposición no se está reflejando en el Congreso, y un tema de desencuentro es la elección de los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia y eso puede también puede afectar la aprobación del presupuesto”, remarcó Barreda.
Rodolfo Neutze, jefe de bancada de Creo, indicó que en este momento hay por lo menos cuatro facciones: una que quiere elección de cortes, la otra que tiene interés de reactivación económica, la otra que anda buscando “a dónde se sube”, y otros que quieren una reactivación y orden jurídico.
“Esperamos que la cordura prevalezca y que se pueda trabajar. Urge ya que esta pospandemia nos pueda brindar oportunidades”, señaló Neutze.
Esfuerzo técnico
González Ricci espera que una vez la Comisión de Finanzas entre a conocer la iniciativa, se valore el esfuerzo técnico que se ha realizado en el proyecto de gasto, ya que muchas veces “se quita y se pone, suben o bajan” sin argumentos técnicos y en el peor de los casos se convierte en una discusión política con incluir más oenegés o quitarlas y se pierde la integralidad.
“Hay una buena comunicación en general con el Congreso para que este presupuesto que puede sufrir alguna modificación se realice en conjunto para no perder esa unificación como ha pasado en otros años que viene desfinanciado o con fuentes inexistentes o con renglones de financiamiento de ahorros de otros rubros”, advirtió el ministro, quien participó en negociaciones anteriores de estas iniciativas.
En todo caso, enfatizó en que espera una buena discusión una apertura con el fin de lograr la aprobación.
El vicepresidente Guillermo Castillo Reyes explicó durante la reunión del Gabinete Económico del pasado jueves 3 de septiembre, que la propuesta del presupuesto está fortalecida tanto para reactivar la economía, como para los apoyos financieros para programas como seguridad alimentaria, y los aportes para que cada ministerio pueda trabajar, por lo que esperaría que el Congreso realice los análisis para la aprobación.
“Lo hemos dicho muchas veces, que discursos sin recursos no nos llevan a lo que esperamos y, en consecuencia, el Congreso tendrá que hacer lo que corresponda para que se cuente con lo necesario y así ejecutar las acciones respectivas”, declaró.
Revisión
Los diputados consultados expresaron que no conocen el proyecto a detalle, pero sí advirtieron que es necesario realizar una revisión a diferentes rubros de gastos en varios renglones.
Entre las preocupaciones que resaltaron está el nivel de endeudamiento público propuesto por Q32 mil millones, asignación presupuestaria al capítulo de reactivación económica, los ingresos tributarios que financiera el gasto, y una revisión a los montos destinados para los ministerios de Salud, Comunicaciones, Educación y Gobernación.
En lo que sí coincidieron es en presentar las reformas una vez que se conozca en la Comisión.
Número mágico
Rubén Hidalgo, director del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos (Incep), aseguró que una vez que la propuesta del plan de gasto está en el Congreso, el Gobierno, indicó, dado lo actuado en los últimos meses, ya cuenta con un capital político aliado que le tocará buscar y sumar los votos que falten para completar el suficiente respaldo para la aprobación del presupuesto.
“Es una cuestión de números fríos: cuántos votos se necesitan para la aprobación y, sobre eso, se volcarán a buscarlos. Considero que los diputados que no forman parte de los partidos que han apoyado al Gobierno vayan a tratar de generar un nivel de debate sobre la propuesta, y en el pleno no habrá mayor discusión”, enfatizó.
En todo caso, el debate será fuera del Congreso con la sociedad civil y tanques de pensamiento, sin embargo, no avizoró que exista una discusión seria.
Comentó que se esperarían modificaciones para algunos rubros, que sería aprobado con los Q99 mil 700 millones y será uno de los ejercicios con menos debate.
