“La unión aduanera centroamericana sí es posible, tenemos el potencial y las condiciones para realizarlo. Sin embargo, no todos los países centroamericanos quieren marchar a la misma velocidad” , admitió Hernández en una conferencia magistral en el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae) en La Garita, 30 kilómetros al oeste de San José.
Una unión aduanera implica un nivel profundo de integración económica en el que se suprimen las aduanas entre los países que la conforman y aplican aranceles externos comunes hacia fuera del bloque.
Guatemala y Honduras dieron el primer paso el año pasado al acordar la conformación de una unión aduanera binacional, que actualmente aguarda aprobación en sus parlamentos, mientras esperan que otras naciones se incorporen.
Según Hernández, Centroamérica unida sería un mercado de 40.7 millones de habitantes, una economía de 157,236 millones de dólares, con una ubicación geográfica privilegiada “en el corazón de las Américas” .
“Una Centroamérica que deja oír su voz como un solo destino de inversiones, de turismo, en el centro de las rutas del comercio mundial. Hasta una sola selección de fútbol podría ser, las posibilidades son enormes y sorprendentes” , destacó. “No podemos dejar pasar esta oportunidad” .
El economista costarricense Alberto Trejos, decano del Incae, defendió la conformación de una unión aduanera centroamericana como una forma de vincular su economía con el mundo, pero admitió que persisten dificultades políticas para alcanzar esa meta.