Uno de los gráficos presentados durante la reunión, celebrada en la sede del grupo en la ciudad alemana de Wolfsburg y a la que asistieron 15 directivos, se refería a la emisión sin filtrar de gases contaminantes con el término “modo acústico” , utilizado internamente por VW para referirse al software ilegal utilizado.
“Hablamos de ello, de que se había instalado algo ilegal en nuestros autos” , aseguró un participante en al reunión en declaraciones al rotativo.
Entre los gráficos discutidos durante la reunión figura asimismo uno que plantea dos estrategias diferentes para informar a las autoridades estadounidenses.
La primera, según el documento que publica el diario, sería la opción “defensiva” , consistente en esperar a la aprobación de nuevos modelos para informar después de manera parcial a las autoridades estadounidenses de las manipulaciones, asumiendo el riesgo de multas elevadas.
La segunda, “la ofensiva” , habría consistido en ser totalmente transparentes con las autoridades y garantizar multas menores, pero a costa de arriesgar la autorización de nuevos modelos.
Según los participantes interrogados por el “Bild” , se optó por la opción ofensiva, pero uno de los directivos, Oliver Schmidt, -detenido recientemente en Estados Unidos en relación con el escándalo-, logró imponer su criterio, lo que llevó a decidir una “información parcial de la problemática” en los motores Gen 1 y Gen 2.
Una nota de VW del día 30 asegura que Winterkorn dio el visto bueno a esta decisión, según el diario.