Entre los sectores afectados se encuentran los de alimentos procesados, plásticos e insumos agrícolas y, en el primer caso, se incluyen varios granos y varios tipos de harinas que se importan en el país.
Este comportamiento está influido por la pandemia, el aumento de la demanda que genera “cuellos de botella” en los despachos y transporte, y las condiciones climáticas como sequías, que afectan a grandes productores de granos.
Carlos Salinas, director regional de USSEC Americas, mencionó ejemplos como un aumento de 92% en el precio de la canola; 70% en el aceite de palma; 55% en el aceite de soya; 36% en el maíz; 25% en el grano de soya y el azúcar; y 19% en el trigo. Ello se agrava con el encarecimiento del petróleo Brent (67%), mientras que el gas natural en Europa ha subido 700% y en Estados Unidos, 40%.
En tanto el director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB), Enrique Lacs, indicó que ese comportamiento impacta de manera muy fuerte en los insumos primarios de la industria de alimentos local.
Insumos agrícolas
En este caso, en diciembre hubo una leve disminución de precios internacionales, pero no se prevé que bajan significativamente en el primer trimestre del 2022 aunque sí se esperan bajas de a partir del segundo trimestre, mencionó Francisco Cárdenas, director estratégico de la Gremial de Proveedores de Insumos Agrícolas (Gremiagro) adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala (CIG).
El ejecutivo explicó que las materias primas equivalen al 90% del costo de los insumos agrícolas, aspecto que ha tenido un impacto importante en el precio de fertilizantes y agroquímicos, y tomando en cuenta que Guatemala y Centroamérica son importadores, lamentablemente están amarrados a factores externos.
Para el segundo semestre se visualiza estabilidad ya que se espera un abastecimiento regularizado, aunque los precios son mucho más altos que antes, por lo que este tampoco llegará a niveles de prepandemia, agregó.
Hay proyecciones positivas para el 2022 , pero los fertilizantes han tenido alzas del doble y triple, respecto al precio del 2019 y para químicos ha sido de entre 150% y 200%, explica al comentar que no se prevé desabastecimiento a nivel global, pero para las empresas ha sido insostenible mantener precios bajos.
Plásticos
Para el sector de plásticos también hay incertidumbre, aunque la demanda algunos artículos o materiales se ha estabilizado, lo cual incide en que la oferta de resina, polietileno y polipropileno se estabilice y para la producción esperarían una leve reducción en los costos de materias primas, según Marcos Arimany, presidente del sector de plásticos en Guatemala.
Por el momento, no ven riesgos de faltantes de material, pero se reportan retrasos en las entregas, que van de 1 a 3 meses, ya que el reto que enfrentan es el de logística marítima y reiteró que los precios de los fletes marítimos estaban en US$3 mil en el 2019 e inicios del 2020 pero en la actualidad han llegado hasta los US$30 mil. “Se multiplicó por 10 lo que costaba hace dos años”.
En el caso de los materiales para el plástico de empaques para alimentos y películas flexibles, se han reportado bajas, pero no significativas. Los empaques rígidos, botes y botellas, están hechos de polietileno de alta densidad, de polipropileno o poliéster y todos han tenido un comportamiento muy similar.
El sector es proveedor de la industria agrícola y de alimentos, y ante ese comportamiento desde el 2021, cuando se dio el alza más fuerte en las resinas, han tenido que trasladar un incremento de costo a sus productos.
La semana pasada, Luis Alfonso Bosch, presidente de CIG, se refirió al tema de la inflación y su impacto en los precios y comentó que hay inflación a nivel global, y especialmente en Estados Unidos, por lo que ese incremento de precios va a llegar a Guatemala, derivado de la fuerte vinculación comercial entre ambas economías.
Y para el 2022, afirma que hay nubarrones en el horizonte, que pueden afectar la actividad económica local, como los fertilizantes que son utilizados en el sector agrícola cuyos precios se ha duplicado o triplicado y cuyo incremento será trasladado al precio del cultivo y a la industria de alimentos.
En el 2021 se observaron alzas de 25% en algunos casos, por lo que cree que este año habrá mayor presión en el costo de los alimentos, además del encarecimiento de la cadena logística, derivado de congestiones en los puertos y la falta de contenedores.
Mencionó en esa oportunidad que los fletes están 224% más caros que hace un año, además de prever que los precios del petróleo tendrán más alzas.
Los fletes de granel, en sube y baja
Durante una conferencia internacional sobre las perspectivas de precios para los granos, oleaginosas y fletes marítimos, organizado por la CGAB y US Soybean Export Council (USSEC, Consejo de Exportación de Soja de Estados Unidos), se expuso la panorámica actual:
En el caso de fletes marítimos de productos a granel, se han observado alzas desde el 2020, aunque a partir de octubre del 2021 empezaron a bajar y así se ha mantenido durante las primeras semanas de enero. Se prevé que sigan así por hasta el año nuevo chino que se celebra en febrero, pero posteriormente se reactiva el comercio y los costos pueden empezar a subir de nuevo.
A Guatemala llegan los barcos Handysize y los Supramax. En el primero se muestra que a septiembre 2019, el precio del día/barco estaba en alrededor de US$10 mil y en octubre 2021 se ya estaba en US$37 mil, aunque cerró diciembre en US$25 mil, de acuerdo con Gabriel Letona, ejecutivo de la firma Cal AdvanceSea Global (CAG).
Además, enero del 2021 inició en US$12 mil el día/barco, pero en enero del 2022 empezó en US$24 mil, derivado de algunos de los siguientes factores:
- Uno de estos es la oferta de barcos, aunque en la actualidad sí hay.
- El otro es la alta demanda de materias primas o commodities, influida por muchos subsidios que han estado brindando varios países.
- La presión estacional, que en la actualidad está baja, pero en febrero regularmente hay corrección de precios, luego del año nuevo chino.
- La tendencia en este momento es que puede bajar el precio, pero se va a mantener más alto que en la prepandemia y no se va a regresar a los precios del 2019 o inicios del 2020.
- Otro elemento es el precio del petróleo, aunque el sector cree que ómicron no va a cerrar la economía.
- “Cuellos de botella” sí van a continuar este año, así como la complejidad logística.
Letona indicó que es buen momento para evaluar el mercado, para ver que ofertas reciben los dueños, aunque no para tomar decisiones, sino para visualizar. “Tenemos que aprovechar a cerrar cuando el mercado va para abajo, una vez pasa esa parte, los dueños de barcos saben que pueden cobrar más”, añadió.
Salinas mencionó que se debe dividir los mercados origen o productores y los mercados de destino. En el caso Guatemala, es país de origen de diversos productos y se ha beneficiado en el contexto del covid-19, por precios del azúcar, café y aceite de palma africana.
En el sector de soja y otros, no se ha podido trasladar a los clientes finales el aumento de costos y eso ha generado mucha presión en los gobiernos: “Es una situación muy delicada, pero es importante reconocer que lo que está pasando actualmente no es culpa de nadie”, expresó Salinas.
“El incremento de precios es algo muy delicado, pero si no tenemos el producto, no hay rentabilidad en el negocio y puede ser una situación muy complicada; por eso es muy importante tener mercados abiertos, logística y estar enterados de lo que está pasando en el mercado”, añadió.
Rodrigo Martínez, senior trade de la firma Stonex Group, dijo que diferentes cultivos se están viendo afectados también por las condiciones climáticas en varios países, incluyendo Brasil y Argentina.
Respecto al maíz, indicó que para el 2022 se prevé que aumente la producción mundial y se superen los 1 mil 200 millones de toneladas, cuando en el 2021 estuvo en 1,122 millones de toneladas. Entre los mayores productores están Estados Unidos, China, Brasil, la Unión Europea, Argentina y otros.
¿Y las exportaciones?
Por aparte, el sector exportador también reporta aumento de costos de producción y transporte; sin embargo, tienen expectativas positivas para el año.
Andrés Bickford, gerente del Sector Agrícola de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) comentó que hay precios internacionales favorables para productos que el país exporta, excepto el cardamomo.
La exportación de productos tradicionales cerró el 2021 en alrededor de US$3 mil 73 millones, según datos preliminares, con un crecimiento de 9% respecto del 2020. Y en el 2022 se prevé llegar a US$3 mil 292 millones, 7% más.
En tanto, los no tradicionales se estima que cerraron el 2021 en US$1 mil 179 millones, con un crecimiento del 17%, y proyectan llegar a US$1 mil 259 millones, con un crecimiento del 7% este año.
En el 2020, la exportación agrícola, a pesar de la pandemia fue de los sectores que mantuvo la economía. No obstante, comentó que hay factores que complican los escenarios o crean incertidumbre, como el incremento de costos de materiales de empaque, de insumos agrícolas o de fletes marítimos y aéreos. “Esto puede afectar, pone presión al costo del producto total y al margen de los productores”.