Portugal registró la mayor progresión en el mercado europeo del automóvil en el primer semestre 2015, con un alza de 32.8% en la venta de autos nuevos para particulares, seguido de Irlanda (+ 25.4%) y España (+22%), de acuerdo con la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
Sin embargo, cabe notar, que este crecimiento es relativo: la talla del mercado portugués es modesta, con 100 mil 656 unidades vendidas en seis meses.
Además, la recuperación del mercado no ha borrado aún totalmente la brusca caída de las ventas durante la crisis (-30% en 2011 y -40% en 2012) .
Pero “hay una recuperación, y ésta refleja la confianza de los consumidores. El nivel de ventas se vuelve a acercar al promedio de los últimos quince años”, comentó Helder Barata Pedro, secretario general de la Asociación del Automóvil de Portugal (ACAP).
Además, la preferencia de los portugueses por las marcas alemanas es incontestable ya que representan 36% de las ventas.
“Como no hay fabricantes portugueses, compramos alemán. Son vehículos sólidos y confiables” , opina Augusto Barbosa, de 70 años.
Junto a su esposa, este abogado jubilado vino a cambiar su viejo Opel contra uno nuevo en un concesionario de la marca en el centro de Lisboa. “¡Me duró doce años!” , se exclama.
Doce años es la edad promedio de un vehículo en Portugal, un país con una flota vetusta, una de las más antiguas de Europa.
El motivo es simple: un portugués debe trabajar en promedio un año y medio para comprarse un coche, es decir más del doble que un alemán o un francés, según un estudio del Observatorio Cetelem.
Un año después de la salida de su plan de ayuda internacional de €78 mil millones de euros, Portugal ha regresado al crecimiento, pero los ingresos siguen siendo bastante bajos.
Casi la mitad de los hogares gana menos de €700 mensuales brutos.