El argumento para esperar un desplome de los mercados con una victoria de Trump tenía sentido. Durante la campaña electoral, se ha mostrado en contra de los tratados comerciales, incluso habló de modificar los términos del Nafta (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) o incluso de derogarlo.
Criticó con dureza la actuación de la Reserva Federal (banco central estadounidense) e insinuó que actuaría para que subiera los tipos de interés. Habló de obligar a las empresas estadounidenses a producir sus productos en el país. Prometió un masivo recorte de impuestos. Y, desde el punto de vista social, pero con serias implicaciones económicas, aseguró que sería implacable con la inmigración ilegal y la llegada de más extranjeros al país.
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Todas estas medidas han sido consideradas por los analistas como muy negativas para la bolsa y que provocaría una recesión en la economía.
“A todos los republicanos, demócratas e independientes en esta nación les digo que es momento de que nos reconciliemos como un pueblo unido”, Donald Trump.
La noche electoral, cuando empezaron a conocerse los primeros resultados oficiales, los futuros sobre los índices bursátiles estadounidenses cayeron con fuerza, llegando a mostrar desplomes superiores al 5%. Las bolsas de Asia siguieron el mismo camino; incluso el Nikkei, el principal indicador de la bolsa de Tokio perdió un 5%.
Pero la sangre no llegó a Wall Street. La bolsa estadounidense abrió ayer con subidas y el índice Dow Jones Industrial cerró la jornada en su nivel más alto de la historia. Y hoy las alzas continúan. ¿Se ha vuelto todo el mundo loco?
La clave: el discurso de la victoria
Al parecer, la explicación hay que encontrarla en el discurso que dio Trump tras su victoria. El magnate se comprometió a “reconciliar” a todos los estadounidenses tras la dura campaña electoral, que ha provocado una dura división en la sociedad. “A todos los republicanos, demócratas e independientes en esta nación les digo que es momento de que nos reconciliemos como un pueblo unido”, afirmó Trump. “Trabajaremos juntos en la tarea de renovar la nación y construir nuestro sueño”, insistió.
“El tono más conciliador del presidente electo y su intención de trabajar con sus oponentes ha sido una positiva sorpresa para los mercados y los inversores, que esperaban la misma retórica agresiva que había marcado su campaña”, comenta el analista del banco UBS Mark Haefele.
“El discurso de la victoria de Trump ha desatado la esperanza de que moderará sus posiciones más extremistas cuando se convierta en presidente”, opina Julian Jessop, de la firma Capital Economics. “Además, es justo preguntar: ¿Trump quiere decir Trump?”.
“Trabajaremos juntos en la tarea de renovar la nación y construir nuestro sueño”, Donald Trump.
Todo esto no significa que Trump no impulsará las medidas que ha prometido cuando llegue a la Casa Blanca. Lo que los analistas quieren decir, y así parece que lo han entendido los mercados, es que el presidente electo está siendo visto como menos malo de lo que parecía en la campaña.
El ejemplo del Brexit
Pero esta no es la única teoría que existe sobre la positiva reacción de los mercados a la victoria de Trump. Por ejemplo, hay quien sugiere que está ocurriendo lo mismo que cuando los británicos decidieron por sorpresa abandonar la Unión Europea en junio. Las bolsas cayeron con fuerza durante unas cuantas sesiones y después se recuperaron.