Esa cifra da cuenta de una sensible degradación en relación con la precedente estimación publicada en mayo, que indicaba una retracción mucho menos pronunciada (de 1.0%), la primera de la economía estadounidense en los últimos tres años.
La contracción de la primera economía del mundo es, por otra parte, la más intensa desde los primeros tres meses de 2009, en una época en la que Estados Unidos lidiaba con la recesión por la crisis financiera, y cuando el PIB cayó 5.4%.
Los datos no se traducen, sin embargo, en un regreso de la recesión, que se define técnicamente por dos trimestres consecutivos de caída del PIB.
Semejante escenario, no obstante, no parece divisarse en el horizonte: la Reserva Federal (Fed, banco central) prevé un sensible incremento de la actividad en el segundo trimestre.
– Las causas –
Un invierno particularmente riguroso a principios de año afectó a casi todos los sectores de la economía, según el Departamento de Comercio.
La contracción del primer trimestre “refleja contribuciones negativas de los stocks, de las exportaciones, de la inversión residencial y no residencial, así como de los gastos de los gobiernos estaduales”, señaló en un comunicado.
Pese a que el consumo -motor del crecimiento- arañó el 1%, se desaceleró con respecto al último trimestre de 2013, cuando había registrado un alza de 3.3%.
En tanto, la inversión privada cayó 11.7%, con una contracción de la inversión residencial de 4.2% y un retroceso de la inversión estructural de 7.7%.
El gasto público siguió una trayectoria similar, con una baja de 0.8%, fundamentalmente en el sector de la defensa (-2.5%), pese a que la contribución del Estado federal fue globalmente positiva.
Las exportaciones estadounidenses retrocedieron en tanto 8.9%, esfumando prácticamente el avance de 9.5% registrado en el último trimestre de 2013, mientras que las importaciones aumentaron 1.8%.
Asimismo, un aumento más limitado de las existencias de las empresas le restó 1.7 punto porcentual al PIB con respecto a la primera estimación de fines de mayo.
Los stocks de las empresas aumentaron US$45,900 millones en los tres primeros meses del año, contra un alza de US$111,700 millones en el cuarto trimestre de 2013.