Según el comunicado, la calificación es resultado de la capacidad de resistencia de la economía para enfrentar choques adversos, tanto internos como externos; y por el otro, de los problemas estructurales que se evidencian en los indicadores de desarrollo humano y en el marco institucional.
Moody’s señala que la gestión prudente de la política monetaria, los niveles manejables de inflación y la histórica disciplina fiscal que el país ha preservado la situación macroeconómica.
La agencia expresó que la calificación podría ser revisada al alza sólo si la estabilidad política es restaurada y la estabilidad macroeconómica y el compromiso a la administración conservadora de las finanzas públicas continúa.
Pero advirtió que podría bajar si los eventos políticos producen una crisis institucional y de gobernabilidad y existiera un creciente nivel de endeudamiento.