Este convenio, aunado a otras iniciativas como la inauguración este jueves en Ciudad Juárez del puerto fronterizo Guadalupe-Tornillo, “abrirá una etapa de crecimiento y bienestar”, aseguró el mandatario mexicano.
Peña Nieto señaló que el camino de Norteamérica “no puede basarse en miedo, rencores o falsas acusaciones” y se debe construir “a partir de la confianza, la apertura y la integración”.
Ante un escenario económico de incertidumbre, volatilidad y elevada competencia, los países de Norteamérica, lejos de aislarse, deben integrarse más para “facilitar el comercio y la movilidad de personas y consolidar una economía regional fuerte, dinámica e innovadora”.
Recordó que la frontera entre México y Estados Unidos, que tiene 3 mil 185 kilómetros de longitud y 58 puertos de entrada, integra a 10 estados de ambos países y cada día cruzan por ella un millón de personas y 300 mil vehículos.
El comercio bilateral asciende a US$500 mil millones, más de un millón de dólares cada minuto, apuntó Peña Nieto, quien añadió que el 80% de las exportaciones mexicanas van al vecino del norte.
La relación comercial “cada día es mucho más intensa”, dijo al destacar que “un futuro de seguridad y prosperidad se construye con puentes que acerquen a las sociedades, no con muros que las dividan”.
“En Norteamérica tenemos una situación geográfica privilegiada y una oportunidad histórica que debemos aprovechar para consolidarnos como aliados”, añadió, en una ceremonia a la que asistieron los secretarios estadounidense de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, y de Comercio, Penny Pritzker.