Las compras desde EE. UU. significan que cada año en promedio se ha importado 200 mil libras, equivalente a US$80 millones —Q588 millones—, de acuerdo con la fracción arancelaria 0207 del Sistema Arancelario Centroamericano (SAC).
El volumen de importación y costo mantuvo del 2012 al 2016 un constante crecimiento; sin embargo, a partir de principios de abril último el producto entra al país con acceso inmediato —cero arancel o pago de impuesto—, en el Tratado de Libre Comercio (TLC), por lo que las autoridades y comerciantes prevén un posible incremento del comercio.
Bajo la partida 0207 ha ingresado carne fresca, refrigerada o congelada, así como los despojos que son utilizados por la industria para crear otros productos comestibles.
Con la liberación arancelaria ahora se podrá importar cualquier cantidad que sea posible, por que ya no existe cuota.
Datos de la Asociación de Avicultores (Anavi), estiman que el consumo de pollo nacional es de entre 75% y 80%.
“Compro el producto porque la libra es más barata. Cuando puedo adquiero el nacional que es fresco”, expuso Mariela Lima , ama de casa de la zona 18 de la capital.
Zuly Dubón, vecina de San Pedro Ayampuc, afirmó que trata la manera de buscar aquellas piezas que sean de buena calidad, aunque reconoce que el tamaño de la pieza le llama la atención. “Por lo menos preparo dos comidas a base de pollo a la semana”, afirmó.
El bajo costo de esas piezas importadas son la razón por la cual los consumidores prefieren ese producto, pues representa un ahorro familiar, asegura Édgar Méndez, de la Gremial de Carniceros.
El expendedor explicó que hay consumidores que prefieren el producto fresco y están dispuestos a pagar su costo.
En la semana del 14 al 20 de abril, el precio de la libra de pollo entero sin menudos era de Q11, mientras que la pechuga, con ala de primera en Q14. La caja de 40 libras de pollo importado era de Q195, según el monitoreo de precios.