Las actividades productivas que más capital atrajeron fueron agricultura, petróleo, minas y canteras, seguidos de energía, comercio y telecomunicaciones.
Otros sectores dinámicos fueron industria manufacturera y bancos, según señala el reporte de la banca central.
Por origen de capitales, resaltan inversores de Estados Unidos, Canadá, México, Colombia, Inglaterra y Rusia.
A escala centroamericana destaca la participación de El Salvador, Panamá, Costa Rica y República Dominicana.
Del 2007 al 2014 Guatemala ha recibido un monto de US$7 mil 872.2 millones —Q59 mil 828.7 millones— por IED.
Eso quiere decir que, en promedio, el país recibe US$984 millones anuales de capitales extranjeros.
La IED tiene como fundamento el interés duradero y con fines económicos o empresariales a largo plazo por parte de un inversionista extranjero en el país receptor.
clima gris
A pesar de que el indicador es positivo para Guatemala, hay condiciones que desmotivan a los inversores para incrementar los flujos de capitales, señaló Genecio Cuéllar, analista independiente.
En primer lugar, dijo, hay un desaliento por el clima de violencia e inseguridad, y por el otro, la falta de certeza jurídica que el Estado debe ofrecer a los inversionistas, sobre todo en materia fiscal y pago de impuestos.
“Para atraer más inversión, el Gobierno deberá ofrecer una estabilidad de condiciones tributarias y reducir los índices de violencia. Contribuir con esos aspectos, seguro que aumenta la inversión”, afirmó el especialista.
Otro elemento negativo, subrayó Cuéllar, es la conflictividad social que se ha desatado en la oposición a inversiones en los sectores minero y de generación eléctrica.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y Caribe muestra que hubo una disminución de IED en varios países de Latinoamerica, debido a factores como la falta de grandes adquisiciones empresariales y el enfriamiento de las inversiones en petróleo y minería, por la caída de los precios de los metales y sus derivados.