Brenda Santos comparte que madruga un sábado cada quince días para poder presenciar la apertura de una “paca nueva”, porque se encuentran las mejores prendas, incluso de marca, o productos varios de buena calidad para el hogar, ya que hay accesorios para damas, caballeros, niños y hasta para las mascotas.
“Los precios pueden ir variando, dependiendo de la ubicación de la paca, por lo tanto, lo mejor se encuentra en un día de apertura, porque en ese momento, se pueden encontrar prendas de gran valor a un precio económico y muchas veces, algunas de estas nunca llegan a estar presentes en el país con los proveedores oficiales”, relató Santos.
Otro caso es el de María Galindo, quien frecuenta las pacas, unas dos veces al mes y afirma que las conoció por referencia de amistades que le compartían todo lo que encontraban. Para ella, tanto los precios como los productos o ropa que encuentran son “novedosos”, pero asegura que debe ir con tiempo y paciencia para poder seleccionar lo mejor. Entre los artículos que más busca están los objetos para el hogar, aparte de ropa y zapatos. También encuentra edredones, cortinas e implementos decorativos.
“Visito las pacas, primero porque uno se puede vestir bien y a la moda sin gastar tanto y al mismo se ayuda al medio ambiente dando una segunda oportunidad a las prendas. También hay que mencionar que se está apoyando al guatemalteco emprendedor que se dedica a la compra de pacas y esto ayuda a la economía de muchas familias y del país”, afirmó Santos.
Venta de pacas en Guatemala
Los tipos de pacas que se encuentran en Guatemala son crudas, clasificadas, misceláneas y de juguetes. Prensa Libre efectuó un sondeo para conocer los precios en los que oscilan la venta de pacas nuevas y por ejemplo una de 900 libras cuesta Q1 mil 300; una de ropa mixta americana se encuentra en Q1 mil 600, en el caso de pacas de blusas sin mangas de mujer se cotiza en Q900 y las pacas “crudas” entre 500 y 900 libras oscilan entre Q3 mil 500 y Q3 mil 900, respectivamente.
Al analizar la evolución de la importación de ropa usada en Guatemala es evidente que, en los últimos tres años, especialmente (época post pandemia) se volvieron a evidenciar niveles de ingresos superiores a las 10 mil toneladas métricas mensuales.
En los últimos cuatro años han ingresado al país 388 mil 481.24 toneladas de ropa usada, equivalente a US$570.62 millones, según datos compartidos por la Intendencia de Aduanas de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
Este mercado se ha ampliado y un ejemplo de ello es la diversidad de ventas de pacas en crudo a nivel nacional, lo que también se refleja en la expansión de tiendas como Megapaca.
Además, el mercado ha recibido a otras tiendas como Premium Outlet, Jeans Outlet Premium y ventas en línea por parte de pequeños empresarios que incursionaron en la venta de ropa usada de marcas reconocidas, que distribuyen en locales en los alrededores de mercados.
El triple impacto de la ropa usada
Uno de los referentes en importación y venta de ropa usada es la cadena de tiendas Megapaca, marca guatemalteca que nació hace más de 20 años y ya se encuentra en Honduras y El Salvador. En total cuenta con 115 tiendas en los tres países y esperan cerrar el 2023 con la inauguración de 11 más.
Mario Peña, director de Megapaca para Centroamérica, dijo durante la conferencia SMART, la cual desde el año 1932 tiene como objetivo promover el reciclaje de prendas de vestir, procesamiento y transformación de fibra como materia prima, que “buscan ser la empresa recicladora más grande de la región”.
Durante el 2022 Megapaca importó 84 millones de libras en 2 mil 650 contenedores, posteriormente clasificó y etiquetó la ropa; también arma juguetes y bicicletas, además de lavar 840 mil pares de zapatos promedio al mes.
“Este producto ya procesado es enviado a las tiendas ubicadas en los diferentes países, las cuales representan más de 180 mil metros cuadrados de salas de ventas”, detalló Peña.
El triple impacto de la ropa usada es económico, social y ambiental, dado que con la reutilización de la ropa usada se reducen no solo los desechos sólidos en basureros, sino también las emisiones de CO2 y el consumo de agua.
La ropa que no se vende en las tiendas es recolectada y procesada en su empresa hermana Novafiber, dónde se reciclan 1 mil 400 toneladas de textiles al mes, transformándolos en materia prima para colchones y relleno de muebles.
“Megapaca es una cadena de valor con una huella de carbono mínima, ya que no solo compramos y trabajamos con material que sería desechado en basureros, sino que lo ponemos a disposición de manera digna para ser reutilizado y, lo que no se vende, lo reciclamos”, agregó Peña.
