En Shango Premium Cannabis, el cofundador Shane McKee dijo que la primera venta se efectuó a una emocionada clienta un minuto después de la medianoche, mientras muchos otros aguardaban su turno.
“Parece como si hubiera de 60 a 70 en fila”, dijo en una entrevista telefónica. “Todos parecen extremadamente ansiosos”.
Los clientes pueden comprar hasta siete gramos por vez de la hoja de marihuana —la parte que se suele fumar— además de plantas y semillas.
La primera compradora, Davia Fleming, residente de Portland, opinó que la ocasión era importante. “Estoy muy entusiasmada”, afirmó la mujer, que usa la marihuana para propósitos medicinales. “Es el fin de una prohibición”.
Varios comerciantes confían en que esta vez no habrá desabasto ni alzas de precios como pasó al legalizar la marihuana el año pasado en Washington y Colorado, los únicos otros estados donde es legal venderla para uso recreativo.
Alaska podría empezar sus ventas minoritas el año próximo
Muchas tiendas de Oregon intentaron atraer a los clientes ampliando sus horarios, regalando alimentos y ofreciendo descuentos.
Pero clientes tienen otro incentivo más para comprar pronto y a menudo: la ley estatal dispone que las ventas estarán libres de impuestos hasta enero, lo que supone un ahorro de hasta el 20%.
McKee dijo que su comercio ofreció a sus primeros 25 clientes un descuento del 35 al 40%. También ofrecía gaseosas, café, jugos y otras bebidas. Pero también resaltó la significación del hecho. “Creo que no solo es histórico para la gente de Oregon sino de toda la nación: empezar a vender algo como alternativa al alcohol y el tabaco”.
Un comercio de Merlin se publicita por radio. “Básicamente estoy tratando de abastecerme para cuatro o cinco veces lo que sería el volumen normal”, afirmó Chris Byers, propietario del Dispensario River City en Merlin, un pueblo en el sur de Oregon.