Según el director, con la ampliación los grandes buques que en la actualidad salen de Asia y utilizan el Canal de Suez, pasarán por el litoral centroamericano.
“En la medida que el canal tenga acceso a mayor carga, los países de la región se van a ver beneficiados”, asegura.
De acuerdo con la ACP, Guatemala se ubica en la posición número 12 entre los principales clientes del Canal de Panamá.
Datos del Consejo de Usuarios del Transporte Internacional de Guatemala (Cutrigua), refieren que el 81% del comercio guatemalteco se mueve por la vía marítima, mientras que las estadísticas de la Comisión Portuaria Nacional (CPN) indican que en 2015, el comercio exterior por medio de los puertos marítimos sumó US$18 mil 724 millones con 24 mil 724 millones de toneladas métricas.
Lucía Soto, directora de Cutrigua, es optimista y señala que si en el largo plazo se logra concretar la modernización en los puertos para atender a los buques que atravesarán el canal por las nuevas esclusas, el país recibiría un impacto positivo.
En su opinión, disminuirían los costos por fletes, el país sería más atractivo para la inversión y se podría convertir en un “hub” (centro logístico) para la región, lo que a su vez permitiría atraer mayor oferta de líneas navieras.
Soto refiere que además permitiría que exportadores e importadores aumentaran la cantidad de transacciones y el comerio internacional del país sería más competitivo.
No tan optimista
Jean Paul Brichaux, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Café (Adec), difiere de la opinión de Soto, ya que afirma que la ampliación no beneficiará al país porque sus puertos no pueden recibir “ni siquiera” a los buques que pasan por la esclusas originales del canal.
Según Brichaux, los puertos Santo Tomás en Atlántico y Quetzal en el Pacífico, no han seguido sus planes maestros sobre infraestructura, funcionamiento y operatividad.
El ejecutivo agrega que estos experimentan congestionamiento en muelles, rampas, así como altos tiempos para despacho en la importación.
De acuerdo con Brichaux, la única terminal de nueva generación que permite buques más grandes y que está automatizada es la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ), unbicada en el Pacífico.
Sin embargo, su operación está suspendida y en la actualidad se encuentra intervenida.
Inversión
María Isabel Fernández, especialista en temas portuarios, coindice con Brichaux y Soto en la necesidad de modernizar los puertos.
A criterio de Fernádez, los puertos nacionales no tienen la profundidad necesaria para los buques Panamax, ni grúas tipo pórtico, ni espacio en patios, puertas de entrega y recepción de contenedores, sin tomar en cuenta la atención a otros buques que normalmente llegan como tanqueros, de pasajeros y de granel, afirmó.
Santo Tomás y Puerto Barrios tienen un dragado de 9.5 metros contra buques que necesitan entre 13 y 14 metros. En el caso de Santo Tomás, los análisis de su infraestructura indican que el muelle actual no soporta el peso de una grua pórtico.
Mientras que Puerto Quetzal tiene un calado máximo en marea alta de 10.5 metros y tampoco posee grúas especializadas.
Según Fernández, Puerto Cortés, en Honduras, invertirá US$130 millones en construcción de 200 metros de muelle, con 4 grúas super postpanamax, así como más 10 hectáreas para patio de contenedores y estará lista en 2018 para atender la demanda que podría tener.
Rolando Coronado, directivo de la Asociación de Navieras de Guatemala, refiere que el país recibe los servicios de 38 servicios marítimos internacionales que cubren las diferentes rutas comerciales con las que Guatemala tiene relación comercial.
Según Coronado, puertos como Puerto Cortés en Honduras y La Unión en El Salvador, son más eficientes que los nacionales.
En opinión de Basán, al final, si los países centroamericanos, y en especial Guatemala, no readecuan sus instalaciones se verán obligados a que el comercio exterior se apoye en otros puntos de acopio para llegar de manera directa hacia sus destinos finales.