Sin embargo, en Guatemala no existe una relación laboral formal entre las plataformas tecnológicas y los “socios”, “aliados” o “contratistas independientes”, como les llaman las empresas.
Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las plataformas digitales pueden crear nuevas oportunidades de empleo, pero distorsionan el concepto entre empleado y autónomo.
Fernando García Granara, especialista de la OIT en Legislación Laboral y Diálogo Social, analizó que existen deficiencias en cobertura a la seguridad social, como el acceso al seguro por enfermedad, a prestaciones por accidente de trabajo, invalidez o pensiones, y también exposición a riesgos de seguridad y salud, que se han hecho más evidentes durante la pandemia del covid-19.
Precedentes
La semana pasada se reveló que la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) investiga a las aplicaciones de reparto y de transporte, con el objetivo de que formalicen su sistema tributario.
Por otro lado, los tribunales de justicia de países de Europa como Reino Unido e Italia han exigido a plataformas como Uber, Uber Eats, Deliveroo y Just Eat regularizar y reconocer a los repartidores y conductores como trabajadores.
En el Reino Unido, un tribunal dictaminó que la empresa Uber debe reconocer como empleados a los conductores, hasta ahora considerados colaboradores independientes, con lo que tendrán derecho a salario mínimo y vacaciones pagadas. El fallo sienta un precedente para transformar el modelo de negocio en los países en donde opera ese sistema.
García considera que cada país puede adoptar medidas y estrategias dirigidas a mejorar la protección laboral y social de los trabajadores de plataformas digitales.
Para ello se requiere una evaluación de la situación de las plataformas y de los trabajos que se crean, a fin de brindar una respuesta de política, medidas y regulación normativa, recomendó el especialista.
Prensa Libre consultó al Ministerio de Trabajo y Previsión Social, encargado de velar por que se cumplan las normativas laborales en el país, pero la respuesta fue que aún están elaborando un análisis técnico sobre el tema.
García agregó que existe necesidad de conocer y tener información sobre la situación de las plataformas, empresas y trabajadores de estas en sus diferentes tipos, a fin de brindar una supervisión y promover el acceso a condiciones de trabajo decente.
“El conocimiento de la situación y las políticas deben permitir desarrollar respuestas y mecanismos de protección laboral y de supervisión, justamente dirigidas a la protección y a evitar situaciones de precariedad”, enfatizó el especialista de la OIT.
“Son independientes”
Consultada Carolina Coto, gerente de Comunicación de Uber Centroamérica y el Caribe, afirmó que los socios conductores y socios repartidores que utilizan las aplicaciones Uber y Uber Eats son considerados contratistas independientes porque pueden conectarse a la plataforma cuándo, cómo y dónde lo deseen, sin turnos, zonas ni requisitos de exclusividad establecidos, y prestan su servicio a los usuarios activos en ambas aplicaciones.
Indicó que los viajes cuentan con el respaldo de Seguros El Roble, para generar ingresos de manera flexible.
David García, gerente general de la plataforma tecnológica de transporte Kab Guatemala, dijo que los conductores aliados están subcontratados; es decir que no tienen una relación laboral directa de patrono-colaborador, porque para ellos son socios del modelo de negocio. Según explicó, el mayor porcentaje de ganancias lo recibe el conductor.
Promover el diálogo
El informe de la OIT Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2021: El papel de las plataformas laborales digitales en la transformación del mundo del trabajo, recomienda a los países en que operan las plataformas promover un diálogo internacional y una cooperación normativa para proteger mejor a sus trabajadores, ya que la pandemia sigue alimentando el crecimiento de la economía digital.
Los retos a los que se enfrentan los trabajadores de las plataformas están relacionados con la regularidad del trabajo y los ingresos, la falta de acceso a la protección social, la libertad de asociación y los derechos de negociación colectiva. El horario de trabajo puede ser a menudo largo e imprevisible.
Las condiciones de trabajo se rigen, en gran medida, por los acuerdos de servicio de las plataformas, que a menudo se determinan de forma unilateral. Los algoritmos sustituyen cada vez más a los humanos en la asignación y evaluación del trabajo.
Los costes y beneficios de las plataformas digitales están distribuidos de forma desigual en todo el mundo.
El 96% de la inversión en estas plataformas se concentra en Asia, Norteamérica y Europa; y el 70% de los ingresos se concentra en solo dos países, Estados Unidos y China.