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Centroamérica exportó 138 mil 739 toneladas de carne bovina por un valor de US$586.6 millones, según la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca). De esa cifra, 108 mil 170 toneladas son de Nicaragua.
Muy alejado, Costa Rica se ubicó en segundo lugar con 16 mil 770 toneladas vendidas por un valor de US$64.9 millones, según datos de la Promotora de Comercio Exterior costarricense.
En tercer lugar, Honduras exportó cuatro mil toneladas métricas por US$15 millones, según el secretario ejecutivo de la Cámara de Fomento Ganadero de Honduras, Gilberto Moreno.
En tanto, las exportaciones de Guatemala de cárnicos (incluidos res, cerdo y pollo) ascendieron a US$11.6 millones, de acuerdo con las cifras del Ministerio de Economía guatemalteco, es decir, US$469.4 millones menos o 2.4 por ciento de lo que exporta Nicaragua, aun cuando esa cifra incluye otros productos.
El Salvador, por su lado, exportó US$1.9 millones en carne, según el Banco Central de Reserva salvadoreño.
Nicaragua coloca ese producto en países como Estados Unidos, Costa Rica, Puerto Rico, México, El Salvador, Guatemala, Japón, Panamá y Taiwán. Fue el principal producto de exportación del país en 2018, superando al café de tipo oro (US$41.7 millones) y al oro en bruto (US$3703 millones), según cifras del Banco Central de Nicaragua.
Esta industria es de relevancia para el desarrollo socio-productivo de las familias, generando 650 mil empleos permanentes en un país de 6.4 millones de habitantes, según el ministro nicaragüense de Agricultura y Ganadería, Edward Centeno.
El hato ganadero nicaragüense cuenta con 5.5 millones de cabezas de ganado, distribuidos en 164 mil 39 fincas, según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
El futuro
Según la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Ganadería Bovina, Nicaragua se propone mejorar la productividad del sector ganadero e incrementar las exportaciones a través del mejoramiento genético con las mejores razas de ganado y nutrición animal.
También busca abrir nuevos mercados, aumentar la industria cárnica, mejorar la sanidad e inocuidad para la calidad, incrementar la producción lechera y fortalecer las capacidades de sus productores sobre buenas practicas pecuarias y manejo reproductivo.
Entre otros, el Ejecutivo se ha propuesto jornadas para la inseminación de 220 mil vacas con semen de alta calidad genética que permitan incrementar la productividad de la carne y leche, y visitas de asistencia técnica especializada a 20 mil productores ganaderos a fin de acompañarlos en el manejo nutricional, reproductivo y sanitario del ganado.
Además, promover la creación de centros de conservación y distribución de material genético (semen y embriones) para promover el mejoramiento genético en las fincas ganaderas.
Otras de las acciones a ejecutar es fomentar la certificación de fincas libres de brucelosis y tuberculosis a fin de garantizar la sanidad del hato, salud pública y el acceso a mercado, y la inocuidad en las fincas para garantizar la calidad de la producción pecuaria.
