“Establecimos contacto”, declaró un presentador de la Nasa mientras el vehículo espacial maniobraba a unos 402 km de la superficie terrestre.
Uno de los paneles solares de la nave no se desplegó a tiempo pero eso no afectó al vuelo del cohete porque los otros paneles estaban operacionales, indicó la agencia espacial estadounidense.
Este lanzamiento era muy esperado tras el fracaso en abril recién pasado del despegue del cargo Progress para avituallar la estación internacional, lo que obligó a los responsables rusos a postergar la partida de los tres astronautas hacia la ISS, que en principio estaba prevista a finales de mayo recién pasado.
El cargo perdió el control con la Tierra y ardió en la atmósfera por una avería de la lanzadera, según las autoridades rusas.
Este incidente obligó a los tres astronautas que estaban en la ISS a esperar un mes su estancia antes de poder regresar a la Tierra el pasado 11 de junio.
El nuevo trío de astronautas debería llegar a la ISS en menos de seis horas, según el programa, para completar una misión espacial de 163 días.
La tripulación ha elegido como mascota de este viaje al robot R2-D2, uno de los personajes emblemáticos de La guerra de las galaxias, que servirá de indicador de la salida del campo de gravedad terrestre cuando empiece a flotar en estado de ingravidez.
En la ISS, los astronautas deben llevar a cabo varios experimentos científicos, relacionadas sobre todo con el control de robots a distancia.
A bordo de la estación les esperan los rusos Guennadi Padalka y Mijail Kornienko y el astronauta de la Nasa Scott Kelly.
Oleg Kononenko ha prometido estudiar el “comportamiento de las pompas de jabón”, a petición de jóvenes aficionados a temas espaciales.
Rusia aporta a la ISS su módulo principal, donde se sitúan los motores-cohetes, y las naves Soyuz son las únicas que pueden transportar a las tripulaciones de la estación orbital, desde el cese de los transbordadores espaciales estadounidenses.
Dieciséis países participan en la ISS, puesto avanzado y laboratorio en órbita desde 1998 que ha costado en total cien mil millones de dólares, financiados en su mayor parte por Rusia y Estados Unidos.
Rusia aprueba prolongar explotación deEII
El Gobierno ruso aprobó prolongar hasta 2024 la explotación de la Estación Espacial Internacional (ISS), anunció este jueves Ígor Komarov, director de la agencia espacial rusa, Roscosmos.
“El Gobierno ha aprobado la propuesta conjunta”, dijo Komarov a la prensa en el cosmódromo kazajo de Baikonur tras el lanzamiento una nave Soyuz tripulada con rumbo a la ISS.
Komarov se refería a que los principales países que participan en la plataforma orbital —Rusia, Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea— se han puesto de acuerdo para ampliar su funcionamiento cuatro años más del plazo previsto con anterioridad, el 2020.
El director de Roscosmos destacó que las tensiones políticas entre Rusia y los países occidentales debido a la crisis de Ucrania no han repercutido en la cooperación espacial.
Tanto Rusia, como EE.UU. o China, que no participa en la ISS, tienen planes de construir en un futuro sus propias plataformas orbitales.
La exploración de la Luna y Marte, y los viajes interplanetarios se han convertido en los principales objetivos de las grandes potencias espaciales con vistas a las próximas décadas.
La ISS, un proyecto de más de cien mil millones de dólares en el cual participan dieciséis países, se desplaza a unos 27mil kilómetros por hora a casi 385 kilómetros de la Tierra.
La construcción de la plataforma arrancó el 20 de noviembre de 1998 con el lanzamiento del módulo ruso Zaryá (Aurora), al que siguió el estadounidense Unity.
La plataforma, que está integrado por 11 módulos, además de placas solares y otros equipos robóticos, ha tenido residentes de manera permanente desde el 2000.