La tormenta económica duró poco tiempo, al menos en lo inmediato, y en su mayoría, la caída de índices como el Dow Jones fue de cerca del 2%; la bolsa de México cayó 2.23%, y en algunos casos, como la bolsa de Tokio, la baja fue de hasta 5.36%.
¿Por qué reaccionan?
Rolando San Román, gerente de la Bolsa de Valores Nacional (BVN), explicó que los mercados reaccionan con volatilidad principalmente por el discurso del ahora ganador respecto de la posible eliminación o modificación de los Tratados de Libre Comercio (TLC).
Según San Román, eso es una razón por la que el efecto fue tan grande en México y que repercutió en la depreciación del peso mexicano, ya que esa decisión podría generar un impacto negativo en la balanza comercial entre ambos países.
La noche de las elecciones, el peso mexicano llegó a cotizarse en 23 unidades por US$1; sin embargo, ayer, la moneda mexicana se estabilizó y cerró en 20.30 por dólar.
El gerente de la BVN agregó que los mercados que negocian precios a futuro no cayeron en Estados Unidos, sino que las principales caídas fue en donde se negociaban valores la noche del martes, como Londres y Asia.
Sin embargo, el experto refirió que el discurso de Trump en el que ofreció un mensaje conciliador fue bien tomado por los mercados, lo cual evitó un mayor desplome.
San Román explicó que en este caso no existió ninguna caída brusca como potencialmente se esperaba, y señaló que fue sustancialmene menor que cuando ganó la presidencia Barack Obama, hace ocho años.
Paulo de León, analista del Central American Business Intelligence (CABI), comentó que las materias primas —commodities— bajaron y subieron, como el caso del azúcar, que cayó 0.3%, pero afirmó que esto no debe ser motivo de alarma porque, al igual que otras materias primas, su producción no depende de EE. UU.
En el caso del peso mexicano, De León dijo que esa moneda lleva más de un año depreciándose.
“Las consecuencias serán para la industria, el empleo y la competitividad del país”, apuntó.