Por otro lado, las curvas del ciclo económico del 2019 al 2023 se caracterizan por altibajos que parten del periodo prepandemia, pandemia, recuperación y el conflicto internacional entre Rusia y Ucrania, cuyos efectos se enumeran en el informe “Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2023”, que publicó recientemente la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Lo primero que señala el documento es que el volumen del comercio mundial de bienes experimentó una caída de 1.6% de enero a julio del 2023, en comparación con el mismo período del 2022, a pesar de que, en octubre, la Organización Mundial del Comercio (OMC) rebajó a 0.8% de crecimiento del volumen del comercio mundial de bienes para este año.
Este fenómeno es el resultado de la baja actividad económica en Estados Unidos y Europa, la crisis observada en el sector inmobiliario en China y las recientes tensiones geopolíticas, pues jugadores mundiales del comercio como China, Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, han mostrado variaciones más negativas que positivas, en su evolución.
Un aspecto importante que resalta el análisis de Cepal es que luego de tres años de una distorsión, el transporte marítimo mundial tiende a normalizarse: el índice promedio mensual de las tarifas spot de contenedores marítimos a septiembre viene con una tendencia hacia la baja, y por otro lado, la fiabilidad de los itinerarios marítimos programados mensual a julio viene hacia el alza.
Por otro lado, se experimentó una desaceleración en el comercio mundial de servicios durante el primer semestre, con un crecimiento de 5%; los servicios de transporte marítimo han mostrado una caída del 12% (lo que se relaciona directamente con el intercambio de mercancías); mientras que el incremento de los viajes es menor respecto al 2022, pero que sigue creciendo a tasas elevadas por el turismo internacionalblo
En cuanto a 2024, la OMC estima una recuperación del comercio mundial de bienes de 3.3% en volumen, lo que, de confirmarse, debería dinamizar las exportaciones regionales.
Pulso para América Latina
En el capítulo dedicado a América Latina y el Caribe, en el primer semestre las exportaciones de bienes muestran una caída del 2% y las de servicios crecieron 17%, pero a una menor tasa -pierden dinamismo- en comparación con lo observado en el mismo período del 2022.
Al hacer una clasificación por categorías en bienes, el sector de minería y petróleo muestra una contracción de -10%, agricultura -2 e industrias manufactureras presenta un crecimiento del 2%, actividades que representan el 87% de las exportaciones totales.
El panorama es más alentador para el sector servicios, pues el sector transporte creció 8%, viajes 26% y servicios modernos 13%, y tienen un peso del 13% de las exportaciones totales.
Según Cepal, los precios de los principales productos básicos de exportación han caído, pero advierte que se proyecta un repunte en la última parte del presente ejercicio. Por ejemplo, el informe cita que los precios de los minerales y metales se han visto afectados por una débil demanda en China; los hidrocarburos han mostrado una caída de los precios que estuvieron excepcionalmente altos en 2022 por el conflicto geopolítico internacional, aunque recientemente, el precio del petróleo empezó a revertir su caída debido a que los países de Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia decidieron reducir su producción. Sin embargo, advierte que el conflicto entre Israel y Hamas podría generar nuevas alzas. Los minerales y metales mostraran una leve recuperación a causa de las expectativas de una mayor demanda de parte de China.
México y Centroamérica
Por último, para el cierre del 2023, la estimación del organismo regional, indica que el valor de las exportaciones regionales de bienes registre una disminución -2% y las importaciones. de -6%. Para las subregiones, solo Centroamérica y México aumentarán levemente sus exportaciones, pero la caída en las importaciones será generalizada.
De esa cuenta, las exportaciones de Centroamérica y México crecerán 2%; pero para América del Sur serán negativas en -5% y el Caribe -6%. En cuanto a las importaciones, se pronostica -11% para América del Sur; -10% el Caribe; Centroamérica -3% y México -1%.
En el caso específico de Guatemala, para las exportaciones se prevé un decrecimiento de -5% para las exportaciones y de -7% para las importaciones; mientras que los términos de intercambio variarán 2% en términos interanuales. De acuerdo con el Banco de Guatemala (Banguat), hasta agosto de este año, el monto total de las exportaciones del Comercio General se situó en US$9,866.9 millones, menor en US$1,007.6 millones (-9.3%) al monto registrado al mes de agosto de 2022 (US$10,874.4 millones).
Los productos más importantes según su participación en el valor total de exportaciones fueron: artículos de vestuario con US$1,044.7 millones (10.6%); café con US$834.8 millones (8.5%); grasas y aceites comestibles con US$699.3 millones (7.1%); banano con US$684.6 millones (6.9%); así como azúcar con US$510.1 millones (5.2%). Estos productos representaron el 38.3% del total exportado.
En cuanto a las importaciones realizadas, se situaron en US$20,172.9 millones, menor en US$1,610.2 millones (-7.4%) al registrado al mes de agosto 2022 (US$21,783.1 millones), lo que estuvo influenciado principalmente por la variación negativa observada en materias primas y productos intermedios para la industria con una disminución de US$1,436.2 millones (-21.5%).
Las importaciones provinieron, de acuerdo a su participación, principalmente de los Estados Unidos con US$6,885.6 millones (34.1%); República Popular China con US$2,637.9 millones (13.1%); Centroamérica con US$2,293.0 millones (11.4%); México con US$2,262.5 millones (11.2%); y la Eurozona con US$1,255.6 millones (6.2%); países y regiones que en conjunto representaron el 76% del total.
Sobre la situación de las ventas al exterior, el director general de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), Amador Carballido, expuso que en 35 años, las exportaciones se ha multiplicado por 10 “y en términos de diversificación ahora les vendemos productos y servicios a más de 100 países, además de que se pasó de 140 ítems a más de 4 mil”.
A su criterio, se han multiplicado los productos y los destinos, “lo que nos ha permitido crear una contribución del sector exportador a la economía de alrededor del 18% del Producto Interno Bruto (PIB). Eso, sin duda refleja una importancia tremenda y elimina la situación de baja competitividad que se tuvo en algún momento”.
Principales recomendaciones
La Cepal emite una serie de recomendaciones para mejorar el comercio exterior, dada la coyuntura global para la región:
- Persiste el desafío de diversificar y sofisticar la canasta exportadora para reducir la excesiva dependencia de las materias primas, sobre todo en América del Sur.
- Para ello es crucial implementar políticas de desarrollo productivo con un enfoque cluster en sectores estratégicos.
- Se debe aprovechar la abundante dotación regional de recursos naturales estratégicos para atraer inversión extranjera directa hacia su procesamiento.
- En un ambiente de creciente “regionalización” del comercio mundial, también es importante profundizar la integración regional, y con ellos permitiría:
- Reducir la vulnerabilidad ante un entorno comercial mundial más incierto.
- Generar escalas eficientes de producción para las industrias de la región.
Relación comercio América Latina-China
La Cepal hace un desglose del intercambio comercial entre América Latina y China que comprende el período 2000-2022 y uno de sus hallazgos es que el comercio de bienes entre ambos bloques se multiplicó por 35. Aunque aclaran que el comercio total de la región con el mundo se incrementó en cuatro veces.
Otro es que el intercambio bilateral, que en 2000 apenas superaba los US$14 mil millones, para 2022 rondaba casi los US$500 mil millones y en 2010, China ya había desplazado a la Unión Europea como el segundo socio comercial de la región. Para América del Sur el gigante asiático es el principal socio comercial.
En términos generales, las exportaciones a China son casi recursos naturales en bruto y procesados, y las importaciones, son manufacturas. Hay seis productos que representan el 72% de las exportaciones a China:
- Frijol de soja: 18%
- Minerales de cobre y sus concentrados: 18%
- Minerales de hierro y sus concentrados: 15%
- Aceites crudos de petróleo:Cátodos de cobre: 5%
- Carne bovina congelada: 5%
- Todos los demás productos: 28%
En tanto que el 93% de las exportaciones regionales a China proviene de América del Sur. En exportaciones, Brasil tiene una participación de 51%, Chile 22% y Perú 10%. En importaciones, México 38%, Brasil 21% y Chile 9%.
Por otro lado, la creciente penetración de manufacturas chinas ha ampliado el acceso para hogares y empresas, pero también ha desplazado a la producción regional. El resultado neto es que se profundiza la especialización primario-exportadora, sobre todo en América del Sur.
Finalmente, el documento de Cepal hace algunas recomendaciones puntuales:
- El sector alimentos aparece como el más promisorio en el corto plazo para diversificar y sofisticar la oferta exportadora a China. Por lo tanto, es necesario remover barreras no arancelarias y fortalecer la inteligencia de mercado para satisfacer mejor las necesidades y gusto de los consumidores chinos.
- Atraer IED China hacia actividades de procesamiento de recursos naturales estratégicos como el litio, generando encadenamientos hacia adelante con actividades manufactureras como baterías y vehículos eléctricos.