La desconfianza ya se apodero de los que invitaron a ir a la plaza el pasado sábado para que no se le vaya a olvidar al presidente lo que ofreció.
Me parece que esas reuniones futuras en la plaza deberán ser para respaldar decisiones tomadas que empezaran a quebrar las estructuras de la corrupción.
Respaldo para despedir y enjuiciar a los que fomentan el contrabando, los que hacen los grandes robos pero también a los del robo hormiga en los hospitales, o los que extorsionan para mover un expediente, o venden un pasaporte, o los que hagan una huelga porque se revise una negociación leonina de salarios o paralizan un puerto porque se está poniendo orden. Peor aún aquellos que se atrevan a recibir o cobrar por una ley que no responde a intereses de la población.
No estamos acostumbrados a defender ese tipo de acciones pero como bien dijo en su discurso, discurso, la responsabilidad es compartida, no el sentido de pedir, sino el sentido de respaldar para matar al dinosaurio.
Me di el trabajo de estudiar el discurso, palabra por palabra. Me voy a referir a la parte donde hace sus compromisos en materia de índices de desarrollo humano mejorados por un crecimiento del PIB de 6%, una mejor distribución de la riqueza y su apuesta por el crecimiento de la mipymes, el turismo y la construcción.
Si bien eso pudiera generar la impresión que pensó solo en esos sectores, seguidamente apunto a la realidad del mundo globalizado en donde las grandes empresas tienen que competir y subsistir sosteniendo empleo o creando más.
La única anotación en este punto es que afortunadamente más del 60% de las empresas de nuestro país que exportan y compiten en el mundo, son Mipymes incluyendo orgullosamente las muy pequeñas de la agricultura gourmet, las de alimentos, muebles, productos de limpieza, artesanías, el turismo o las de tecnología formadas por tres o cinco patojos.
Paso también a hacer mención al mejoramiento de la infraestructura de puertos y aeropuertos. Entendería que con la experiencia del Ministro de Economía nombrado, eso forma parte de un programa de mejora de los índices de competitividad del país cuyas metas están claramente definidas.
En el mundo de hoy lo que es conocido con el nombre de “la logística de un país”, es lo que está haciendo la diferencia de los que van a la vanguardia en atracción de inversiones y generación de empleo.
Me refiero a un país ágil para abrir empresas, para pagar impuestos, para hacer trámites legales, mover productos de importación y exportación.
Un país donde lo único que existe en las fronteras son ojos electrónicos que leen códigos que llevan toda la información de lo que va en un contenedor, quien lo maneja, de donde vienen los productos y para donde van y si los impuestos han sido debidamente depositados en las cuentas de los fiscos involucrados.
Lograr esas cosas significara modernización, tecnología, quitar del medio todos los que viven de obstaculizar o contrabandear y eso… requerirá voces de apoyo para lograrlo.
Mucha gente está dispuesta a apoyar, y todos esperamos que el Congreso y las cortes den ese giro tan esperado. Solo con el apoyo de las plazas se sacara al dinosaurio, para que cuando despertemos no esté ahí.
