Este comportamiento se reflejó en menos visitas a los puntos de venta, que hizo crecer el gasto de los hogares en 13 por ciento y en volumen, el 14 por ciento; es decir, que en cada visita a un punto de venta el monto de compra fue alto. A causa de la emergencia sanitaria, los consumidores adquirieron tamaños grandes de los productos en un 70 por ciento de las categorías, reveló el último informe de la firma Kantar, que se especializa en estudios de mercado.
“Estamos frente a un comportamiento de compra de abastecimiento. Los hogares deciden ir menos veces al punto de venta; la frecuencia de compra en el Istmo cayó un 3 por ciento”, precisó Vivian Gálvez, gerente general para Centroamérica de la División Worldpanel de Kantar.
La mayoría de familias confinadas de la región mantuvieron sus compras en el canal tradicional. Esto significa que acudieron al lugar más cercano a su hogar (tiendas, abarroterías, minisúper, mercados, entre otros).
En cuanto al canal moderno, las grandes cadenas también crecieron impulsadas por los supermercados, en especial los independientes.
gasto se dispara.
En la adquisición de productos de consumo masivo por estrato social, el nivel socioeconómico medio-alto es el que más incrementa su gasto durante el aislamiento, mientras los niveles altos son los que más aumentan su compra por ocasión. Llevan tamaños grandes o más unidades en los supermercados, lo que los ubica en los extremos de la pirámide de disminución de visitas a los establecimientos.
Categorías favoritas
El pico de crecimiento de alimentos que se observó en marzo y abril, para mayo se desaceleró y en la cuarentena los hogares llevaron más unidades de galletas, café instantáneo y consomé, principalmente.
Además, resalta que el aumento en valor de la canasta de consumo masivo durante el confinamiento fue impulsado por productos básicos como arroz, frijoles, papel higiénico y pastas, entre otras.
En opinión de Gálvez algunos de los productos de cuidado personal que crecieron en ventas durante la cuarentena fueron el jabón de tocador, papel higiénico y toallas femeninas, mientras que en otros como las cremas corporales, fragancias y maquillaje se redujo su demanda.
La nueva normalidad en las compras
Los especialistas de Kantar consideran que las personas mantendrán el comportamiento adoptado durante la pandemia. Esto lo refleja una encuesta a escala centroamericana que reveló que el 70 por ciento conservará sus nuevos hábitos de compra.
Otro aspecto que permanecerá es el uso del comercio electrónico, que ha sido la opción de compra, ya que por el confinamiento ha facilitado la adquisición de productos de consumo masivo.
Por lo anterior, el 61 por ciento de los compradores centroamericanos expresaron que continuarán utilizando este medio, principalmente en Costa Rica y Panamá, puntualizó Alejandra Ortiz, mánager de Kantar.
Servicio a domicilio sigue siendo un jugador
En Centroamérica, las compras de consumo masivo incrementaron el 89 por ciento en valor. Los hogares están gastando más en compras por este medio de entrega. Además, representa un 56 por ciento más de compradores que utilizan este servicio.
Según el reporte Retail Covid, dos de cada 10 centroamericanos indicaron que han modificado la modalidad de sus compras.
Un 16 por ciento de los compradores del Istmo afirmaron haber pedido el servicio a domicilio; 66 por ciento, a través de aplicaciones tecnológicas; 52 por ciento, por WhatsApp o vía telefónica, y 16 por ciento en sitios por internet.
Las personas quieren evitar las aglomeraciones; por lo tanto, es una oportunidad para que los diferentes canales implementen estrategias y se acerquen al consumidor.
Repuntan los productos esenciales
Un análisis desarrollado por Visa Consulting & Analytics (VCA), área de consultoría estratégica para clientes de Visa, reveló que en América Latina y el Caribe el volumen de transacciones por medio de comercio electrónico efectuadas en mayo, comparadas con el promedio de las hechas en enero y febrero pasados, registró un crecimiento de seis puntos porcentuales en la categoría de consumos esenciales, la cual incluye alimentos, mercancía general, gastos médicos y supermercados, y un alza de ocho puntos porcentuales en el número de transacciones de débito por medio de comercio electrónico en la región.
Las categorías con mayor impacto positivo fueron: bienes digitales (juegos, aplicaciones, libros, plataformas de contenido y streaming, TV en línea), pagos recurrentes (TV por cable o satelital, radio, servicios básicos como electricidad y gas, suscripciones), y servicios profesionales de limpieza, a domicilio, almacenamiento, mudanzas, servicios financieros y gastos legales.
Las categorías con impacto negativo fueron líneas aéreas, gastos de viaje, alquiler de automóviles y transporte.