Este comportamiento significó un crecimiento de 2% con respecto al 2013 cuando se registraron 804 mil ha.
El segundo lugar lo ocupa el frijol con una superficie de 55 mil hectáreas lo que significa una caída de 70%. En el 2013 se contabilizaron 184 mil ha.
En el caso de los cultivos permanentes, el café tiene 365 mil 566 hectáreas y la caña, 278 mil 880.
El café reportó un leve crecimiento de 1% con relación al 2013, cuando se reportaron 363 mil hectáreas.
La actividad de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca tiene un participación del 13.6% en el producto interno bruto (PIB) del país.
Para este año, se proyecta que la actividad registre un crecimiento del 3.7%, mayor al 3.2% reportado en el 2014.
En el segundo trimestre del 2015, la actividad reportó un crecimiento de 3.1%, según el Banco de Guatemala.
El crecimiento estuvo influenciado por el cultivo de banano y volumen exportado, y la demanda de cultivos no tradicionales, como tubérculos, raíces, hortalizas, frutas, plátano y papaya.
También el aumento de la cría de aves de corral para atender la demanda interna.
La actividad agroindustrial captó inversión por US$19 millones durante el primer semestre del 2015.
Mientras que en la superficie de caña el aumento fue de 7%, ya que en el 2013 se computaron 260 mil ha.
Menor rendimiento
A pesar que la superficie de cultivo de maíz se incrementó en el 2014, la producción registró una caída del 15% con relación al 2013.
La cosecha de maíz a nivel nacional fue de 29.2 millones de quintales, mientras que un año antes fue de 34.4 millones, detalla la ENA.
En cuanto al arroz, la producción fue de 873 mil quintales, para una caída de 4.3%.
La papa registró un aumento de 8.2%, con un millón 52 quintales, y la de frijol solo se reportó una cosecha de 670 mil quintales. La muestra solo recogió una cosecha de las cuatro que se producen al año.
En el 2013 la producción de ese producto alcanzó dos millones 559 mil.
Para Élmer Arriaza García, experto agrícola, esta tendencia se explica por el cambio climático, que ya reporta incidencia en los ciclos de cosechas.
“Ahora se marca un invierno corto, pero intenso, o un verano más prolongado, que sugiere al productor aumentar las superficies de cultivo que no garantizan una buena cosecha”, dijo.
Agregó que este comportamiento refleja que se da un cambio en el uso de los suelos, lo que tiene consecuencias en los ecosistemas.
Crecimiento exponencial
La palma africana fue el producto agrícola que registró un ritmo de crecimiento positivo en superficie y producción.
La superficie cultivada pasó de 115 mil hectáreas en el 2013 a 152.7 mil el año pasado, lo que significa un crecimiento del 33%.
La producción creció 118%, al pasar de 42 mil 483 quintales en el 2013 a 92 mil 670 en el 2014. En un año, la producción subió en 50 mil 187 quintales.
